Herramientas para el Aprendizaje

HERRAMIENTAS PARA LA CONSTRUCCIÓN DEL APRENDIZAJE

Universidad Nacional Experimental "Simón Rodríguez"

Núcleo Araure. Edo. Portuguesa

Director: Arturo Jiménez

Coordinadora Académica: Mireya Izaguirre

Curso: Historia Universal

Facilitador: Jaime Rodríguez

Participantes:

Linarez Manuel
Medina Yusmary
Salgado Yulianna
Peréz Jean Carlos

lunes, 13 de septiembre de 2010

El Ascenso Político del Socialismo


  • La Revolución Rusa
La Revolución rusa de 1917 fue un movimiento político en Rusia que culminó en 1917 con la expulsión del gobierno provisional que había reemplazado el sistema zarista, lo que llevó finalmente al establecimiento de la Unión Soviética, que duró hasta su caída en 1991.

En la Revolución pueden distinguirse dos fases:

• La primera fue la llamada Revolución de febrero de 1917, que desplazó la autocracia del zar Nicolás II de Rusia, el último de la historia, y tenía la intención de instalar en su lugar una república liberal.

• La segunda fase fue la Revolución de octubre, en la que los soviets, inspirados y dirigidos cada vez más por el Partido Bolchevique, bajo el destacado papel estratégico de Vladímir Ilich Uliánov, conocido como Lenin, y la importante acción organizadora de León Trotsky, encabezando el Comité Militar Revolucionario, tomaron el poder mediante una insurrección popular armada, arrebatándolo al gobierno provisional dirigido por Aleksandr Kérensky, y disolviendo el aparato gubernamental del anterior Estado constitucional burgués, junto con sus instituciones: la gendarmería, las Fuerzas Armadas de Rusia, la propiedad privada sobre los principales medios de producción y servicios y más tarde la Asamblea Constituyente. Éstos fueron sustituidos a su vez por el Estado obrero, bajo el control o dictadura del proletariado y la democracia soviética, el control obrero de la producción, la redistribución de la tierra a los campesinos, tras la expropiación a los terratenientes y capitalistas, la Guardia Roja y el Ejército Rojo, organizado éste y dirigido por Trotsky. Además, se negoció la Paz de Brest-Litovsk y concedió el derecho de autodeterminación a las nacionalidades sometidas al imperio ruso. Esta segunda revolución se extendió por numerosísimos entornos, afectando tanto a las ciudades como al entorno rural. Al mismo tiempo que ocurrían muy importantes sucesos históricos en Petrogrado y Moscú, paralelamente empezó a desarrollarse un movimiento consolidado y extendido en el campo, especialmente en las zonas más fértiles del antiguo Imperio como el sureste de Ucrania, a medida que los agricultores fueron tomando y redistribuyendo la tierra, y organizándose en asambleas populares y grupos armados.

Causas de la Revolución rusa

La Revolución rusa fue uno de los más importantes hechos ocurridos en la época contemporánea. Su impacto fue palpable tanto en América como Europa. Aunque la Revolución no hizo expandir el comunismo como un efecto inmediato, le dio a otros países convulsos del tercer mundo un ejemplo a seguir. Décadas después, el modelo filosófico/gubernamental tomaría renovada notoriedad a medida que Rusia, convertida en un estado socialista y en una superpotencia económica y militar, se enfrentara a los Estados Unidos en la Guerra Fría.

En cualquier caso, las dos revoluciones de 1917 se dividieron en dos grandes partes: la caída del régimen zarista (Revolución de Febrero) y la creación del primer estado socialista del mundo (Revolución de Octubre). Las causas de estas dos revoluciones abarcan las situaciones políticas, sociales y económicas de Rusia en la época. Políticamente, el pueblo ruso odiaba la dictadura del zar Nicolás II. Las bajas que los rusos sufrieron durante la I Guerra Mundial debilitaron aún más la imagen de Nicolás. Socialmente, el régimen despótico del zar había estado oprimiendo al campesinado durante siglos. Esto provocó tensiones dentro de la clase baja rural que desembocó en altercados. Económicamente, la inflación y el hambre por toda Rusia contribuyeron asimismo a la revolución.

Definitivamente, una combinación de estos tres factores, combinados con el liderazgo de Vladimir Lenin y León Trotsky, condujeron irremisiblemente a la Revolución rusa.

Causas económicas

Las causas económicas de la Revolución rusa se atribuyen en gran medida a la mala gestión del zar, sumada a la I Guerra Mundial. Más de quince millones de hombres se unieron al ejército, que dejó un número insuficiente de trabajadores en las fábricas y las granjas. El resultado fue una escasez generalizada de alimentos y materias primas. Los obreros tuvieron que soportar terribles condiciones de trabajo, incluyendo jornadas de doce a catorce horas y bajos salarios. Se desencadenaron cuantiosas revueltas y huelgas reivindicando mejores condiciones y mayores salarios. Aunque algunas fábricas accedieron a las peticiones para elevar los salarios, la inflación de guerra anuló su efecto. Hubo una protesta ante la que Nicolás respondió con violencia (véase Causas políticas); en respuesta, los trabajadores de la industria fueron a la huelga y paralizaron de hecho el ferrocarril y el resto de redes de transporte. Las pocas mercancías que estaban disponibles no podían llevarse a su lugar de destino. Los precios se dispararon a medida que los bienes esenciales eran cada vez más escasos. En 1917, el hambre amenazaba a muchas de las grandes ciudades. El fracaso de Nicolás en resolver los problemas económicos de su país y la promesa del comunismo por aplacarlos compuso el núcleo de esta revolución.

Causas sociales

Las causas sociales de la Revolución tienen su origen en siglos de opresión del régimen zarista sobre las clases bajas, además de los desmanes de Nicolás en la I Guerra Mundial. Aproximadamente un 85% del pueblo ruso formaba parte del campesinado, oprimido por las clases superiores y el propio régimen. El vasallaje, asociado comúnmente con la Edad Media, describe con precisión la situación social de la Rusia de Nicolás: Una pequeña clase de nobles terratenientes controlaban una vasta cantidad de siervos. En 1861, el zar Alejandro II de Rusia emancipó a estos campesinos no por razones morales sino porque impedía el avance social de Rusia. Sin embargo, esta nueva libertad fue de carácter limitado, dado que no tenían ninguna tierra que cultivar. Como resultado, el gobierno elaboró nuevas leyes que les otorgaban pequeñas parcelas que trabajar. Sin embargo, la cantidad de tierra que se les cedió fue insuficiente, con lo que se desencadenaron enormes sublevaciones. La I Guerra Mundial sólo aumentó el caos. La ingente demanda de producción industrial de artículos de guerra y obreros causó muchas más insurrecciones y huelgas. Además, como se necesitaban a muchos trabajadores en las fábricas, los campesinos emigraron a las ciudades, que pronto se vieron superpobladas, viviendo bajo condiciones que rápidamente empeoraron. Para colmo, mientras que la cantidad de alimentos requerida por el ejército era cada vez mayor, el abastecimiento tras el frente se empobrecía más y más. En 1917, el hambre amenazaba a la mayoría de las grandes ciudades. La suma de todos los factores anteriores contribuyó a un creciente descontento entre los ciudadanos rusos, que posteriormente desembocaría en la Revolución.

Causas políticas

La faceta política de la Revolución rusa es, esencialmente, el resultante de la combinación de los problemas sociales y económicos mencionados arriba. Desde al menos 1904, los trabajadores de clase baja de Rusia sufrieron una calamitosa situación económica.

Muchos de ellos trabajaban once horas al día. Las condiciones de salud y seguridad en el trabajo eran sombrías, y los salarios bajaban. Se produjeron numerosas huelgas y protestas con el paso del tiempo. Casi todas fueron ignoradas por Nicolás o reprimidas, en ocasiones de una manera violenta y mortífera (véase Domingo Sangriento). El intento fracasado de conquista de Manchuria fue también muy impopular entre el pueblo. Parte de la clase intelectual (educada en muchos casos en Occidente) también rechazaba la autocracia zarista. En 1915, la situación se tornó crítica cuando Nicolás decidió tomar el control directo del ejército, supervisando personalmente el frente de guerra y dejando a su incapaz esposa Alejandra al cargo del gobierno.

Sobre octubre de 1916, Rusia había perdido entre 1,6 y 1,8 millones de soldados, a los que había que añadir dos millones de prisioneros de guerra y un millón de desaparecidos. Poco ayudaron estas cifras a la moral del ejército. Empezó a haber motines, y en 1916 empezaron a circular rumores de confraternización con el enemigo. Los soldados estaban hambrientos y faltos de calzado, munición e incluso de armas. Se culpó a Nicolás de estas calamidades, y el pequeño apoyo que todavía le quedaba empezó a tambalearse. A medida que este descontento general y odio hacia Nicolás II crecían, la Duma (cámara baja del parlamento ruso representada por terratenientes, ciudadanos, trabajadores de la industria y campesinos) emitió una advertencia al zar en noviembre de 1916 declarando que se avecinaba el desastre sobre la nación si no se ponían en marcha reformas constitucionales. Como era de esperar, Nicolás hizo caso omiso. El resultado no se demoró, y varios meses después el régimen colapsó durante la Revolución de febrero de 1917. Un año después, el zar y su familia fueron ejecutados.

La Revolución de Febrero

Previamente al estallido revolucionario, el zar había disuelto la Duma, pero en febrero de 1917, los soviets y la prensa empujaron al pueblo a la toma del Palacio de Invierno, residencia del zar, con el apoyo de parte del ejército. El zar Nicolás II tomó la decisión de abdicar en el príncipe Lvov, que comenzó a gobernar con representantes de la Duma. Se abría una fase moderada de la revolución. En esta etapa, gobernó Lvov, pero poco después fue sustituido por Kerenski, que formó un gobierno provisional en el que tomaron parte moderados y mencheviques, y quedaron excluidos los radicales y los bolcheviques. Las decisiones más importantes de este momento fueron la de seguir los pactos establecidos con Francia e Inglaterra, por lo que Rusia continuaba con sus compromisos en la Guerra Mundial; asimismo, comenzaron las reuniones para la formación de una asamblea constituyente, es decir, se planteaba la redacción de una Constitución, pero esta labor quedó condicionada por la guerra.

Los problemas se fueron sucediendo, sobre todo porque existía un gobierno paralelo, los soviets, controlados por los comités de obreros y soldados, que no reconocía las leyes del gobierno provisional como legítimas. Los soviets pidieron la solución de los problemas de los campesinos y fomentaron la ocupación de las tierras, a la vez que exigieron a los empresarios mejoras laborales.

Es en este momento cuando Lenin escribió las Tesis de abril en las que apoya una fase nueva para la revolución, que se resume en "Paz, tierra y todo el poder a los soviets".

Las condiciones del gobierno de Kerenski cada vez eran más delicadas, puesto que los militares zaristas trataron de recuperar el poder. En este contexto se produjo el golpe de estado del general Kornilov, abortado por el gobierno, pero que tuvo una consecuencia gravísima, puesto que los bolcheviques a partir de entonces controlaron totalmente los soviets

La Revolución de Octubre

En octubre se reunieron los bolcheviques en un congreso, en el que se preparó la definitiva revolución. Los bolcheviques, dirigidos por Lenin, Trotski y Stalin, tomaron el Palacio de Invierno y destituyeron al gobierno provisional. Se estableció un Gobierno de Comisarios del Pueblo, dirigido por Lenin, que gobernó sobre los diferentes soviets. Trotski, jefe del soviet de Petrogrado (San Petersburgo), ocupó el puesto de Ministro de Asuntos Exteriores. Desde este puesto estableció las negociaciones con Alemania para lograr la paz.

Las primeras medidas del nuevo gobierno se resumían en la necesidad de lograr la paz, que fue negociada y firmada en Brest-Litovs. Rusia, según este documento, abandonaba la guerra y cedía parte de su territorio, ya que consideraba prioritario salvar la revolución antes que preservar la integridad territorial. Otras medidas del nuevo gobierno fueron la firma de decretos sobre la tierra que pusieron fin a la gran propiedad; las fábricas fueron controladas por los obreros; se nacionalizaron los bancos, y se organizaron elecciones para elegir una asamblea constituyente.

Las elecciones que se celebraron fueron un fracaso para los bolcheviques, por lo que éstos decidieron anularlas y redactar el propio gobierno una constitución: La Constitución de 1918. Por ella se establecía la separación del poder ejecutivo y el legislativo, a través de los siguientes órganos: Congreso de los Soviets, Comité Central o Soviet Supremo y Presidium o comisarios del pueblo. Tras la aprobación de la Constitución se iniciaba una etapa conocida como Comunismo de Guerra, puesto que se vivía una guerra civil que no terminó hasta 1921, ya que los opositores contaron con el apoyo de las tropas de los países occidentales. Fue en esta época cuando se creó el Ejército Rojo, institución defensora de la Revolución organizada por Trotski.

  • La Revolución China
La República de China (chino tradicional: 中華民國, chino simplificado: 中华民国, pinyin: Zhōnghuá Mínguó) fue el régimen político que sucedió en China a la última dinastía imperial, la Qing, en el año 1912. El periodo republicano fue una etapa de grandes convulsiones políticas y sociales, marcada por la independencia virtual de amplias zonas de China, bajo el control de los llamados "señores de la guerra", y por los numerosos enfrentamientos bélicos, especialmente la Segunda Guerra Sino-Japonesa y, a partir de 1945, la guerra civil entre el Kuomintang, el partido político que dominaba las instituciones de la República, bajo el mando de Chiang Kai-shek, y el Partido Comunista de China.


La victoria de los comunistas en la guerra civil, bajo el liderazgo de Mao Zedong, en 1949, puso fin al régimen de la República en el continente chino, con la proclamación de la nueva República Popular China. El ejército comunista, sin embargo, nunca consiguió ocupar la isla de Taiwán, única provincia china en la que se ha mantenido hasta la actualidad el régimen de la República de China.

Este artículo trata del periodo histórico comprendido entre los años 1912 y 1949, cuando la República de China fue el régimen político del continente chino. Para la historia de la República de China en Taiwán a partir de 1949, véase el artículo Historia de la República de China en Taiwán.

Orígenes

En las últimas décadas del siglo XIX, la sensación de debilidad de la China imperial, agravada por las derrotas militares frente a las potencias extranjeras, como en las guerras del opio, llevó a muchos sectores de la pequeña burguesía china a plantear la necesidad de reformas políticas que permitieran a China lograr el desarrollo económico y social que habían alcanzado las potencias occidentales y, especialmente, Japón, país asiático al que muchos chinos veían como modelo a imitar.

Japón había logrado un desarrollo económico destacado tras la restauración Meiji, y muchos intelectuales defendían la necesidad de que la dinastía Qing, que gobernaba China, emprendiera también las reformas necesarias para avanzar hacia un modelo de monarquía constitucional, que permitiría mantener la tradición imperial adoptando al mismo tiempo un sistema político moderno, imprescindible para afrontar la revolución industrial y tecnológica en la que China se había quedado rezagada. Frente a estas corrientes, otros reformadores, más radicales, propugnaban la necesidad de derrocar a la dinastía Qing, a la que por su origen manchú muchos veían como una dinastía extranjera, y proclamar una república.

El ideólogo republicano más importante de los últimos años de la dinastía Qing fue Sun Yat-sen, quien ya en 1895, tras haber fundado la Sociedad para la Regeneración de China (興中會, xīngzhōnghuì), intentó organizar una revolución contra la dinastía Qing en la ciudad sureña de Cantón. La sublevación fracasó y Sun Yat-sen se vio obligado a huir de China, en un exilio que lo llevaría a Estados Unidos, Canadá, Europa y Japón en los años siguientes.

A pesar de las reformas institucionales llevadas a cabo por la dinastía Qing, el descontento con el sistema seguía aumentando, y se haría especialmente grave en los últimos años del siglo XIX y la primera década del siglo XX, en que China cosechó aún más reveses militares. Particularmente grave para la conciencia china fue la derrota en la Primera Guerra Sino-Japonesa, que concluyó en 1895 con la firma del Tratado de Shimonoseki, por el que China perdía su influencia sobre Corea, que pasaba a ser protectorado japonés, y perdía también la soberanía sobre la isla de Taiwán, convertida en territorio japonés.

La Revolución de Xinhai

Los acontecimientos que llevaron a la caída de la dinastía Qing, la llamada Revolución de Xinhai, se desarrollaron entre el 10 de octubre de 1911, fecha en que se produjo la insurrección conocida como Levantamiento de Wuchang, y el 12 de febrero de 1912, cuando el último emperador, Puyi, abdicó definitivamente.

Xīnhài (辛亥) es el nombre del año 1911 en el calendario agrícola chino tradicional, y la revolución que acabó con varios milenios de historia imperial se desencadenó por una explosión fortuita en la ciudad de Hankou el 9 de octubre de aquel año. Hankou es una de las tres ciudades que constituyen la triple metrópoli de Wuhan, punto estratégico en el centro de China, y en ella había una intensa actividad revolucionaria clandestina, así como un gran número de tropas del reformado Nuevo Ejército del estado Qing. Aquel 9 de octubre, un grupo de revolucionarios se encontraba manipulando explosivos que iban a ser utilizados en atentados antimonárquicos, cuando una explosión inesperada provocó varios muertos y heridos. Los intentos de rescate de los heridos pusieron a las autoridades locales al corriente de las actividades y de las identidades de muchos implicados, y aquel mismo día se llevaron a cabo diversas ejecuciones sumarias.

Sin embargo, el ejército Qing en Wuhan estaba ya infiltrado por muchos activistas republicanos que, tras el accidente, temían ser descubiertos. Éstos decidieron lanzarse a la ofensiva antes que esperar la reacción de las autoridades leales a la corte Qing, y el 10 de octubre se sublevaron contra el poder imperial en Wuchang, la parte de Wuhan al sur del Yangtsé. La rebelión comenzó en el Octavo Batallón de Ingenieros de Wuchang y, al final del día, toda Wuchang estaba en manos de los rebeldes. Al día siguiente, 11 de octubre, Hanyang, la tercera ciudad de Wuhan, cayó en poder de los rebeldes, y el 12 de octubre ocurría lo propio en Hankou.

De esta manera, en apenas tres días, Wuhan, la triple metrópoli del Yangtsé, estaba en poder de un ejército rebelde al servicio de la causa republicana, a pesar de la falta de organización del movimiento. La fecha del 10 de octubre, el "doble 10" (雙十 / 双十 Shuāng Shí), se convertiría en la fiesta nacional de la República de China y, aún hoy, se conmemora como tal en Taiwán.

La corte Qing reaccionó rehabilitando al poderoso militar Yuan Shikai, que gozaba de un gran prestigio en el Ejército de Beiyang, el ejército del norte, para organizar la ofensiva contra los rebeldes. Sin embargo, el 22 de octubre, las tropas del Nuevo Ejército en las provincias de Shaanxi y Hunan se amotinaron y se pusieron del lado de los rebeldes de Wuhan. A finales de octubre, otras tres provincias, Shanxi, Jiangxi y Yunnan, se sumaban también a la rebelión.

Mientras la rebelión avanzaba, los altos mandos del ejército exigieron a la corte que aceptara una serie de reclamaciones, las "doce reclamaciones", para reducir el poder del emperador y establecer un sistema parlamentario. Entre estas reclamaciones estaba el nombramiento de un nuevo gobierno encabezado por un primer ministro. La debilitada corte manchú, consciente de que el poder se le escapaba de las manos, aceptó todas estas reclamaciones, y Yuan Shikai fue nombrado Primer Ministro del Imperio Qing.

Estas reformas suponían un intento de establecer una monarquía constitucional en China que pudiera contentar a los conservadores y a los sectores reformistas. A pesar de este intento, la revolución seguía su avance imparable, apoyada en un gran apoyo popular. El 3 de noviembre, la provincia de Jiangsu se sumaba a la rebelión republicana. Sichuan, el 22 de noviembre y Shandong, el 12 de diciembre, se unían a la lista de provincias rebeldes. En la capital de Jiangsu, Nankín, aún se mantenían tropas leales al gobierno imperial, que serían derrotadas definitivamente a comienzos del mes de diciembre.

En diciembre, Sun Yat-sen volvía de su exilio, tras haber pasado por Europa para recabar apoyos para la causa republicana. El 30 de diciembre, en Nankín, se proclamaba la República de China, que oficialmente comenzaría el 1 de enero de 1912. El año 1912 se convertía para China en el año 1 de la república, adoptando el modelo occidental de años solares con semanas de siete días, en lugar del sistema tradicional chino de años lunares con semanas de diez días. Sun Yat-sen pasaba a ser el primer presidente de la República de China.

Sin embargo, Sun Yat-sen era consciente de la debilidad militar de la nueva república. La mayor parte del ejército se mantenía leal al poder imperial de Pekín, y Yuan Shikai mantenía su poder e influencia sobre el Ejército de Beiyang, asentado en el norte de China. Sun se vio obligado a negociar con Yuan Shikai, a quien ofreció el cargo de presidente de la república. Yuan, presionado por numerosos sectores del ejército, favorables a reconocer el nuevo orden republicano, aceptó, y forzó la abdicación del niño emperador Puyi, ocurrida finalmente el 12 de febrero de 1912.

La República China fue instaurada en 1911, con un grave conflicto interno, que consistía en la lucha entre dos bandos de ideologías opuestas.

Por un lado, el partido nacionalista o kuomintang, a cargo del poder, que intentó crear un estado fuerte, centralizado y militarizado, pero las imposiciones del Tratado de Versalles, que reconoció el dominio de Japón sobre la base china de Kiao-Tchen, hizo buscar una salida viendo una alianza con la Unión Soviética.

Justamente, en la línea opositora y mirando hacia el comunismo soviético, Mao Zedong, líder del Partido Comunista chino, había captado adhesión popular entre los descontentos de la marginal situación social que vivían, acosados por los imperialismos extranjeros, sobre todo a partir de las Guerras del Opio, que se desencadenaron a partir de 1840, obligando a China a abrir sus puertas al comercio exterior.

China contaba con una economía fundamentalmente agraria, con la mayoría de sus tierras en manos privadas, organizadas bajo un rígido sistema feudal.

Durante la Segunda Guerra Mundial, los japoneses invadieron China y ambas fuerzas internas en conflicto se unieron para enfrentar el peligro exterior. Sin embargo, el ejército del Kuomintang, se dedicó más a la lucha interna anticomunista que a derrotar a los japoneses, siendo incapaz de promover una guerra de guerrillas, como sí lo hicieron los comunistas, con un doble propósito: vencer a los enemigos externos japoneses y demostrar su poder frente a Chiang Kai-shek, líder del Kuomintang, para extender la revolución en el campo.

Una vez finalizada la contienda mundial, las disputas internas continuaron, incluso, con mayor intensidad, mostrando la fortaleza de las fuerzas revolucionarias.

Los comunistas avanzaron en dirección norte-sur y en 1948, controlaban la ciudad de Harbin en el extremo norte y casi todas las zonas rurales de Manchuria, cambiando su táctica de lucha guerrillera al de guerra abierta, apoderándose de las ciudades de Kaifeng y Jinan. En enero de 1949, el ejército comunista entró en Tianjin y en Pekín.

El 1 de octubre de 1949, los comunistas resultaron victoriosos, contando con la ayuda soviética, y establecieron la República Popular China, a cuyo mando colocaron a su jefe, Mao Zedong, contando con una población de aproximadamente 500.000.000 de habitantes, poniendo en vigencia su constitución, que proclamaba al comunismo como partido único, a partir de 1954, mientras los nacionalistas, constituían su propio gobierno, la República Nacionalista China, en la isla de Formosa, en Taiwan.

El “Gran Timonel”, como fue apodado Mao Zedong, trató de reconstruir la economía China, deteriorada por la Segunda Guerra Mundial, siguiendo el modelo del comunismo soviético, reforzando fundamentalmente la industria bélica y colectivizando las propiedades rurales, cuya producción trató de estimular mediante un plan conocido como “Gran salto adelante”, donde se quería lograr un excedente productivo, sobre todo de cereales, para repartir entre los pobladores urbanos, pero este intento fracasó, lo que obligó a Mao Zedong a retirarse del poder.

Propició una Revolución Cultural, para concienciar a la juventud sobre la adhesión al sistema, con el objetivo de recuperar el poder que había perdido con el fracaso del “Gran Salto Adelanto”, y que había pasado a manos de Liu Shaoqi, jefe del estado, y a Deng Xiaoping, secretario general del Partido, contra quienes dirigió su ataque organizando ejércitos de jóvenes denominados Guardias Rojos que atacaban a quienes se oponían a la ideología de Mao Zedong, y logró restablecerse en el mando del estado.

La China comunista participó en la Guerra de Corea, país que había sido dividido en dos zonas, tomando como límite el paralelo 38. Al norte de esa línea se establecería una zona controlada por los soviéticos y al Sur una bajo el control estadounidense, creándose en 1948 dos repúblicas independientes, la República de Corea al sur, relativamente independiente, de donde Estados Unidos retiró sus tropas un año más tarde, y al norte, la República Popular Democrática de Corea, que instigada por la Unión Soviética invadió Corea del Sur, el 25 de junio de 1950, lo que motivó la intervención de Estados Unidos en defensa del territorio invadido, con apoyo de las Naciones Unidas.

China intervino en el conflicto, impidiendo a las tropas norteamericanas, al mando del general MacArthur, proseguir el avance sobre Corea del Norte, que se había iniciado en octubre de 1950. El paralelo 38 debió ser respetado.

A partir de 1965, China se apartó de la política soviética, acercándose u occidente durante la presidencia de Richard Nixon, en Estados Unidos.

  • La Revolución Cubana

La Revolución Cubana es el movimiento revolucionario que comenzó con la insurgencia que se opuso a la dictadura de Fulgencio Batista. Actualmente también se asocia al período histórico tras su triunfo el 1 de enero de 1959, por varias fuerzas insurgentes, entre las que predominaba ampliamente el Ejército Rebelde, brazo armado del Movimiento 26 de Julio comandado por Fidel Castro.

Pensamiento revolucionario del siglo XIX: PRC

Después de las tendencias reformistas y autonomistas de notables pensadores criollos, como José de la Luz y Caballero y Félix Varela, los pensadores más progresistas del siglo XIX llegaron a la conclusión de que sólo la independencia de Cuba podría reivindicar a su población. A pesar de las advertencias de autonomistas cubanos (Rafael Montoro; Domingo del Monte) y de políticos y militares españoles como Práxedes Mateo Sagasta y Arsenio Martínez Campos, de la utilidad del status de Autonomía para Cuba, en aras de no perderla totalmente, el gobierno de Cánovas llevó a cabo una política empecinada y burocrática de extorsión y extremismo para con la isla caribeña.

Una vez fracasada la Guerra de los Diez Años (1867-78), el pensamiento revolucionario cubano tomó una forma más acabada, con un sostén filosófico, ideológico y social mucho más profundo con el pensamiento y la acción organizativa de José Martí quien dedicó prácticamente toda su vida adulta a la lucha por la independencia. Martí creó el Partido Revolucionario Cubano (PRC) en Nueva York con el motivo de reunir cubanos con las mismas ideas y veteranos de la Guerra de los Diez Años. Tras muchos conflictos e intentos fallidos, finalmente se logró que comenzara la "Guerra Necesaria" como Martí llamó a la Guerra de Independencia de 1895-98. En 1898, ante un poder español cada vez más acosado en unos pocos núcleos urbanos, con la guerra francamente a favor del triunfo de los insurrectos, los Estados Unidos, con William McKinley como presidente, ordenan la intervención armada en el conflicto, indudablemente acelerando la total derrota de España en la guerra. Martí, quien había advertido con tiempo del peligro que entrañaban los Estados Unidos para Cuba y el resto de América Latina, había caído en combate el 19 de mayo de 1895. El 7 de diciembre de 1896 había caído también el Lugarteniente General Antonio Maceo, el otro dirigente y guerrero revolucionario. El General en Jefe Máximo Gómez, indiscutible líder militar de la Revolución de 1895, no se sentía autorizado, por su condición de dominicano, para dirigir los destinos de Cuba e impedir lo que estaba sucediendo ante sus ojos.

Antecedentes latinoamericanos

Los antecedentes generales de los movimientos revolucionarios latinoamericanos remontan a la Revolución de Octubre en Rusia a raíz de la cual se crearon numerosos partidos de ideología socialista y comunista en todo el subcontinente. En Argentina se desarrolló la corriente del "socialismo espiritual", entre cuyos ideólogos se destacó el sociólogo y psicólogo social José Ingenieros.

El antecedente más inmediato de la Revolución Cubana se encuentra en lo que se denomina los Diez años de primavera (1944-1954) de Guatemala y en el gobierno de Perón en Argentina.

En 1944, un movimiento estudiantil encuadrado en el amplio movimiento de la Reforma Universitaria latinoamericana, derrocó al dictador Ubico e impuso un sistema democrático por primera vez en la historia guatemalteca, resultando electo presidente Juan José Arévalo. Arévalo, un educador formado en la Argentina que se adhería a una ideología que él denominaba "socialismo espiritual", inició una serie de reformas políticas y sociales. Su sucesor (elegido en 1951), el coronel Jacobo Arbenz, profundizó tales medidas y en 1952 inició un importante proceso de reforma agraria, que afectó seriamente los intereses de la empresa estadounidense United Fruit, que tenía sólidos lazos con la administración del presidente Eisenhower. Sosteniendo que se trataba de un gobierno comunista, Estados Unidos comenzó a operar entonces para desestabilizar al gobierno de Arbenz, culminando en un golpe de Estado al mando del Coronel Carlos Castillo de Armas. También tuvo una fuerte influencia en el pensar latinoamericano el gobierno populista de Juan Domingo Perón en Argentina, derrocado por un golpe militar.De hecho Castro estaba en Bogotá en 1948 promocionando un encuentro estudiantil peronista cuando participó en el llamado "Bogotazo" a la muerte de Jorge Eliécer Gaitán. La caída de los gobiernos de Jacobo Arbenz y Juan Domingo Perón llevó a amplios sectores nacionalistas de América Latina a abandonar la «vía democrática» para realizar reformas sociales y exacerbar los sentimientos contrarios al llamado imperialismo norteamericano. El antiimperialismo, una ideología con antiguas raíces en América, se convirtió entonces en una posición política generalizada en las fuerzas políticas de la izquierda latinoamericanas, con fuerte influencia y financiamiento de la URSS.

Partido Comunista de Cuba

El triunfo de la Revolución de octubre de 1917 en Rusia, la difusión de los ideales socialistas y socialdemócratas europeos y latinoamericanos, llevaron a la creación del primer Partido Comunista de Cuba, fundado inicialmente por Carlos Baliño (quien fuera fundador del PRC y conocido de Martí) y Julio Antonio Mella (sobrino-nieto de Matias Ramon Mella, padre de la patria dominicana) en 1925. Mella fue un gran organizador, dirigente universitario, notable sindicalista y hombre de acción obrera, que dirigió numerosas manifestaciones (tanto escritas como en la calle) de protesta y condena a los gobiernos de turno. Luego de exiliarse en 1926, continuó su actividad luchadora en México, donde alcanzó rango continental por sus ideas claras con respecto al orden de las acciones para llevar a cabo una lucha política exitosa. En 1929 era asesinado misteriosamente en México, aún se debate si su asesinato fue ordenado por Machado o por Stalin. Cínicamente, el mismo Machado participó en su entierro, donde dio condolencias y habló irónicamente de que "...era una buena persona, pero comunista", lo que le valió el calificativo de "asno con garras" que le adjudicó el líder obrero y poeta Rubén Martínez Villena.

Después de la muerte de Mella, la Revolución del 30 dirigida por el agonizante Martínez Villena, barrió con la dictadura de Machado, pero la toma del poder por parte de la clase obrera no llegó a producirse. Después de un período que fue llamado "efebocracia" y "mangoneo" por Raúl Roa García (más tarde primer Canciller de la Revolución Cubana y por muchos años activo anticomunista), y de algunos presidentes cuyos nombres han sido prácticamente olvidados por el pueblo cubano, llegó al poder la Pentarquía, seguida después por el Triunvirato del Gobierno de los Cien Días, en el que alternaron fuerzas tres tendencias diferentes: el antimperialismo consecuente, revolucionario y popular de Antonio Guiteras Holmes, la politiquería dubitativa e inconsecuente de Ramón Grau San Martín y la oposición sorda pero amenazadora de Fulgencio Batista, quien había sido aupado al poder tras la castrense "Revolución de los Sargentos" por el ABC, partido de tendencia fascista que expresaba a los sectores más reaccionarios de la burguesía cubana. Batista además estaba en contacto permanente con la Embajada norteamericana, dirigida por un verdadero procónsul, el célebre Jeffryson Caffery, quien fuera secamente llamado por Guiteras a limitarse a sus funciones diplomáticas.

Guiteras, quizás el revolucionario cubano más consecuente de la década de 1930, era enemigo acérrimo del Partido Comunista de Cuba de esos años, cuyo hombre más notable era entonces Juan Marinello, excelente literato y organizador sindical, pero apologista de la organización stalinista de la Unión Soviética, con lo cual Guiteras estaba en pleno desacuerdo. No obstante, en su intensísima actividad como Secretario de Gobernación, legalizó su actividad y tuvo varios encuentros violentos con Batista por la represión a que fueron sometidos más de una vez.

Batista, además de reprimir las manifestaciones y huelgas obreras de todo ese período, a la postre logró el asesinato de Guiteras en Matanzas (junto a Carlos Aponte), cuando éste intentaba exiliarse para organizar la insurrección desde el exterior.

Después de un breve período aparentemente constitucional (la nueva Constitución de 1940 era una de las más avanzadas del mundo, de haberse aplicado consecuentemente), favorecido por la política del Buen vecino estimulada por el presidente norteamericano Franklin Delano Roosevelt, Batista, ante la radicalización de los nuevos revolucionarios y su evidente impopularidad ante otros candidatos presidenciales, se aseguró el apoyo de la Embajada de los Estados Unidos antes de tomar una acción más radical.

Origen político inmediato de la Revolución Cubana

El 10 de marzo de 1952 un golpe en la raja dirigido por Fulgencio Batista derrocó fácilmente y sin resistencia al presidente electo Carlos Prío Socarrás, del Partido Auténtico, en un marco internacional que transitaba los primeros momentos de la Guerra Fría entre Estados Unidos y la Unión Soviética. Inmediatamente se suspendieron las garantías constitucionales y se instauró una fuerte dictadura militar. Dos años después se celebrarían unas amañadas elecciones para la presidencia, cuyos resultados se sabían de antemano. El argumento de Batista fue el de luchar contra la corrupción y el gansterismo, pero en realidad fue para tomar el poder y enriquecerse particularmente él y sus allegados.

La continuación del escandaloso nivel de corrupción que caracterizó el periodo republicano , el enriquecimiento de una oligarquía cada vez más reducida, que llegó a afectar notablemente a la incipiente clase media cubana, llevaron a la conformación de una oposición generalizada, partidaria de la insurrección para desalojar del poder a Batista.1 Con esa oposición se identificaron numerosos partidos políticos, los sindicatos, el movimiento estudiantil, e incluso sectores del empresariado . Durante los dos primeros años (1952-54) incluso los Estados Unidos tomaron una posición de aparente censura a la violencia dictatorial de Batista, limitando los suministros militares. El mismo presidente depuesto, Carlos Prío Socarrás, un político que nunca se expuso al peligro de una acción concreta, expresaba ese clima revolucionario diciendo: «triunfaré por cualquier medio, incluso el más extremo».

Bandera del Movimiento 26 de Julio creado en 1955 por un grupo de nacionalistas cubanos entre los que se destacaba Fidel Castro.

En esas condiciones, un grupo de jóvenes se desligó del cuerpo principal del Partido del Pueblo Cubano (Partido Ortodoxo) (muy popular y considerado virtual ganador en las elecciones de 1952 impedidas por el golpe de Batista) , identificados del resto por su decisión de tomar la lucha armada si era necesario para derrocar el régimen batistiano. Este grupo de jóvenes, que se autotitularon la "Generación del Centenario" por coincidir con el centenario del nacimiento de José Martí en 1853, se organizaron militarmente y liderados por Fidel Castro, el 26 de julio de 1953 intentaron tomar el Cuartel Moncada ubicado en Santiago de Cuba, y el cuartel Carlos Manuel de Céspedes, en Bayamo, fracasando en el intento y sufriendo decenas de muertos. El gobierno militar respondió con una severa acción represiva que llevó a la detención y enjuiciamiento público de Fidel Castro y otros atacantes.

Tras 22 meses de prisión en la Isla de Pinos, ante la creciente presión popular e internacional y varias intentonas insurreccionales, Castro y sus compañeros fueron amnistiados por Batista en 1955. Pocos días después fundó en la clandestinidad el Movimiento 26 de Julio (M-26-7) una organización cuyo fin era derrocar a Batista y que tenía una ideología de progreso y grandes cambios antiimperialista-democrática fundada en las ideas de José Martí.

Por aquel entonces, a poco de iniciada la Guerra Fría y como herencia del Macartismo se generalizó en América Latina la acusación de «comunismo» como táctica para desprestigiar y reprimir los movimientos democráticos y sociales. Juan José Arévalo alertaría sobre este mecanismo en su libro AntiKomunismo en América Latina (1959).2

El 7 de julio Fidel Castro se dirigió a México para preparar un grupo guerrillero con el cual volver a Cuba y comenzar la lucha armada.

En el exilio, Castro estableció contactos y acuerdos con otras fuerzas favorables a la lucha armada para derrocar al dictador, de las más variadas ideologías como el Directorio Revolucionario de José Antonio Echeverría, integrado por estudiantes de la Universidad de La Habana, el ex presidente Carlos Prío Socarrás del Partido Auténtico, y Acción Nacional Revolucionaria (ANR), liderado por Frank País. Incluso un sector de la CIA (Agencia Central de Inteligencia Americana), apoyaba la lucha armada contra Batista y llegó a financiar, a través de Carlos Prío, el inicio de la guerrilla que estaba preparando Fidel Castro.presidente cubano 3

La lucha armada

El 25 de noviembre de 1956 zarpó de Tuxpan, estado de Veracruz, México, el yate Granma, con 82 guerrilleros del Movimiento 26 de Julio, entre los que se encontraban Fidel Castro, Juan Manuel Márquez, Raúl Castro, Juan Almeida Bosque, Camilo Cienfuegos y el argentino Ernesto Che Guevara, este último unido a la guerrilla después de llegar a México huyendo de la represión posterior al derrocamiento del gobierno democrático popular de Jacobo Arbenz en Guatemala. Después de 7 jornadas de tormentosa navegación encalló en los manglares de Playa Las Coloradas, en las costas orientales de Cuba el 2 de diciembre de 1956. La planificación del desembarco era para el 30 de noviembre, cuando debían ser apoyados en la ciudad de Santiago de Cuba por un alzamiento popular organizado por Frank País. La tardanza impidió el éxito de esta coordinación destinada a distraer las fuerzas del ejército batistiano para facilitar el desembarco de los guerrilleros. El ejército cubano en cambio era de 80.000 hombres.4

Dispersos, medio perdidos y perseguidos, los expedicionarios sufrieron una seria derrota inicial en Alegría de Pío debido a la cual poco más de 20 hombres (de los 82 iniciales) pudieron internarse en la Sierra Maestra, una zona de difícil acceso en el Oriente cubano, donde lograron instalarse. Luego del bombardeo de Alegría de Pío y posterior asesinato de varios expedicionarios, el gobierno de Batista difundió la falsa noticia de la muerte de Fidel Castro y todos los expedicionarios, lo cual entristeció los ánimos de numerosos revolucionarios del país, pero en las semanas siguientes cambiaría la situación.

1957:

• 16 de enero: la guerrilla castrista realiza su primera acción militar, atacando y tomando el pequeño destacamento militar de La Plata.

• 17 de febrero: aparece en el New York Times, el periódico más leído de los Estados Unidos, una entrevista a Fidel Castro realizada por Herbert Matthews en Sierra Maestra. El impacto es enorme y comienza a generar una gran simpatía hacia los guerrilleros en la opinión pública nacional e internacional.

• 13 de marzo: el Directorio Revolucionario ataca el Palacio Presidencial y toma temporalmente la emisora radial Radio Reloj, muriendo en la acción su líder José Antonio Echevarría, Presidente de la FEU que gozaba de una enorme popularidad.

• 28 de mayo: Combate de El Uvero, primera acción abierta de la guerrilla del M-26-7.

• 17 de julio: se crea la segunda columna del Ejército Rebelde, llamada Nº 4, comandada por Ernesto Che Guevara.

• 30 de julio: se produce el alevoso asesinato de Frank País en Santiago de Cuba que desencadena un estallido popular y termina de volcar a la opinión pública contra el régimen de Batista. Frank País era un Pastor Bautista que tuvo serias discrepancias con Raúl Castro y Ernesto Guevara.

• 5 de septiembre: se subleva la base naval de Cienfuegos, bajo el liderazgo del Alférez Dionisio San Román, con apoyo de milicianos del Partido Auténtico y del Movimiento 26 de Julio. El gobierno responde con una cruenta represión que incluye el bombardeo de la base por la aviación de Batista. Perecen un gran número de los 400 sublevados y San Román muere tras ser torturado.

Durante este año se ramificaron las células del 26 de julio en casi todas las ciudades y pueblos importantes del país, llevando a cabo acciones de protesta, sabotajes y ajusticiamientos de esbirros y "chivatos" (delatores) a todo lo largo de la isla.
1958:

• 27 de febrero: Fidel Castro decide ampliar las operaciones de la guerrilla creando tres nuevas columnas al mando de Juan Almeida, Raúl Castro y Camilo Cienfuegos. Almeida debe actuar en la zona oriental de Sierra Maestra y Raúl Castro abrir un Segundo Frente e instalarse en la Sierra Cristal, al norte de Santiago.

• 9 de abril: huelga general revolucionaria convocada por el Movimiento 26 de Julio. Mal planificada y sin apoyo, es sofocada rápidamente por el gobierno.

• 6 de mayo: las tropas de Batista inician una ofensiva general en la Sierra Maestra para destruir la guerrilla castrista. Se producen importantes batallas como El Jigue y Santo Domingo. Luego de un período defensivo en el que los rebeldes deben limitarse a los macizos del Pico Turquino, el Hombrito, la Bayamesa y Malverde, los soldados del ejército de Batista se retiran con numerosas bajas y desmoralizados, seguidos de cerca por una contraofensiva rebelde que cada vez posee más territorio.

• 7 de agosto: Batista ordena la de retirada en masa de la Sierra Maestra y la debilidad del régimen se hace evidente. Fidel Castro decide entonces expandir la guerra al resto de Cuba. El Che Guevara y Camilo Cienfuegos son enviados al centro del país para dividir la isla en dos y preparar el ataque a la estratégica ciudad de Santa Clara, llave del camino a La Habana, mientras que Fidel y Raúl Castro permanecerán en el Oriente para controlar la región y atacar finalmente Santiago de Cuba.

• 31 de agosto: las columnas del Che Guevara y Camilo Cienfuegos parten a pie hacia el Occidente cubano. Tardan seis semanas de caminatas por zonas pantanosas de la costa sur de Camagüey y Sancti Spíritus hasta llegar a la zona montañosa del Escambray, particularmente en la zona del Caballete de Casa, en la antigua provincia de Las Villas.

• Septiembre y octubre: una vez establecidos en el centro de la isla, el Movimiento 26 de Julio coordina sus acciones con otras fuerzas guerrilleras actuantes en la región, como el Directorio Revolucionario, el Segundo Frente Nacional del Escambray y el Partido Socialista Popular (Comunista) y organizan el apoyo logístico. En el oriente, entretanto, las fuerzas rebeldes, ya dueñas de parte de los llanos, cercan las principales ciudades.

• 3 de noviembre: se realizan unas amañadas elecciones presidenciales, pero ninguna fuerza política les concede legitimidad.

• Del 20 al 30 de noviembre Batalla de Guisa.

• Fines de noviembre: el gobierno intentó una ofensiva sobre las posiciones guerrilleras instaladas en Escambray.

• 4 de diciembre: las tropas comandadas por el Che Guevara y Camilo Cienfuegos pasan a la ofensiva. Atacar los regimientos de la zona central de la isla, con el fin de aislar a las tropas gubernamentales.

Para fines de diciembre de 1958 la debacle de la dictadura de Batista aparecía como inevitable. El 28 de diciembre las milicias comandadas por el Che Guevara iniciaron el decisivo ataque contra la ciudad de Santa Clara, llave del centro de la isla y último reducto antes de La Habana. El 31 de diciembre, cuando las tropas rebeldes tomaron el tren blindado que el gobierno había enviado para fortificar la ciudad, Batista decidió huir hacia Santo Domingo junto con el presidente electo Andrés Rivero Agüero, quedando el país virtualmente acéfalo y a cargo del General Eulogio Cantillo.

Luego de una reunión entre Fidel Castro y el general Eulogio Cantillo, éste intentó organizar una junta militar con sede en el regimiento de Campo Columbia, con el magistrado Orlando Piedra. Posteriormente se crea otra encabezada por el coronel Ramón Barquín, que había estado preso en Isla de Pinos por conspirar. La maniobra fue rechazada por Fidel Castro que llamó a la huelga general con la consigna "Revolución, SI; golpe de Estado, NO." y ordenó a sus comandantes Che Guevara y Camilo Cienfuegos continuar el avance hacia La Habana y tomar las posiciones claves de la capital.

En la madrugada del 1 de enero de 1959, las tropas del Segundo Frente Nacional del Escambray comandadas por Eloy Gutiérrez Menoyo entraron a La Habana. Al día siguiente llegaron las tropas del Movimiento 26 de Julio comandadas por Camilo Cienfuegos y el Che Guevara, tomando sin resistencia el regimiento de Campo Columbia y la Fortaleza de San Carlos de la Cabaña, respectivamente. Al entrar a Campo Columbia, Cienfuegos excluyó del mando al Coronel Barquín y detuvo al General Cantillo. Poco después las tropas del Directorio Revolucionario, al mando de Faure Chomón, ocuparon el Palacio Presidencial, lo cual originó una crisis entre las fuerzas revolucionarias.

Simultáneamente, el mismo 1 de enero, Fidel Castro entró triunfante a Santiago de Cuba, declarándola capital provisional de Cuba y proclamando al magistrado Manuel Urrutia Lleó como presidente de la nación. Por el momento, el gobierno de Estados Unidos reconoció al gobierno revolucionario.

A partir de ese momento el poder quedó definitivamente en manos de las fuerzas revolucionarias. Históricamente, se toma como fecha del triunfo de la Revolución el 1 de enero de 1959.

La Revolución en el Poder

Una vez tomado el poder, los guerrilleros formaron un nuevo gobierno. El Presidente fue Manuel Urrutia Lleó y el Primer Ministro José Miró Cardona. Los ministros fueron Regino Boti (Economía), Rufo López Fresquet (Hacienda), Roberto Agramonte (Relaciones Exteriores), Armando Hart (Educación), Enrique Oltuski (Comunicaciones), Luis Orlando Rodríguez (Interior), Osvaldo Dorticós Torrado (Leyes Revolucionarias), Manuel Ray (Obras Públicas) y Faustino Pérez (Recuperación de Bienes Malversados). Fidel Castro permanecía como Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas. Se trataba de un gobierno moderado, en el que coexistían diversas tendencias.

Juicios revolucionarios

Una de la primeras decisiones del nuevo gobierno, fueron los juicios revolucionarios como parte del proceso conocido como Comisión Depuradora contra personas consideradas criminales de guerra o muy asociadas con el régimen de Batista, y más adelante nuevos opositores como el Comandante del Segundo Frente Nacional del Escambray, Jesús Carreras Zayas, acusado de apoyar una rebelión en 1960.5 6 Entre enero y abril de 1959, alrededor de mil fueron denunciados y juzgados por medio de juicios sumarísimos de los cuales 550 fueron fusilados.7 Ernesto Guevara en su condición de jefe de La Cabaña durante los primeros meses de la revolución, tuvo a su cargo los juicios y ejecución contra los detenidos en la fortaleza. La opinión personal de Guevara sobre los fusilamientos fue expuesta públicamente ante las Naciones Unidas el 11 de diciembre de 1964:

Nosotros tenemos que decir aquí lo que es una verdad conocida, que la hemos expresado siempre ante el mundo: fusilamientos, sí, hemos fusilado; fusilamos y seguiremos fusilando mientras sea necesario. Nuestra lucha es una lucha a muerte. Nosotros sabemos cuál sería el resultado de una batalla perdida y también tienen que saber los gusanos cuál es el resultado de la batalla perdida hoy en Cuba.8
En enero de 1959 el abogado José Vilasuso, comenzó a trabajar en la Comisión Depuradora bajo las órdenes de Guevara, como instructor de expedientes. Este describió el paredón de fusilamiento manchado de sangre de personas sin pruebas incriminatorias y sin la posibilidad del ejercicio de una defensa justa y planteo que cientos de hombres fueron de la misma manera condenados a la pena de muerte por fusilamiento mediante sentencias preestablecidas en los juicios sumarísimos. Ejecuciones que pronto se extendieron a toda isla.
Ante las discrepancias de Urrutia con permitir la aplicación de ciertas medidas de carácter popular, Fidel Castro renuncia públicamente a su cargo de Primer Ministro, generando una gran movilización ciudadana que exige su retorno y que obliga al presidente a abdicar, siendo nombrado Osvaldo Dorticós como nuevo presidente, con Fidel Castro como Primer Ministro.

Expropiaciones y nacionalizaciones

El 17 de mayo de 1959 Fidel Castro firmó la prometida ley de reforma agraria en la propia Sierra Maestra. Se crea el INRA que se convertiría en el centro del poder del Estado cubano. Se abrió entonces un proceso de expropiaciones, nacionalizaciones y confiscación de bienes malahabidos que afectaron fuertemente a la clase alta y a algunas empresas estadounidenses así como la de otros países. Inicialmente el gobierno revolucionario brindó indemnizaciones pero en el caso de Estados Unidos no fueron aceptadas.

Simultáneamente los sectores moderados en el gobierno (Miró Cardona, Urrutia, López Fresquet) fueron siendo reemplazados, al mismo tiempo que casi toda la clase alta propietaria de las plantaciones e ingenios azucareros y un considerable sector de la clase media, abandonaban el país y se instalaban en Estados Unidos. Se suman así a muchos funcionarios del gobierno de Batista que habían emigrado antes a aquel país llevándose consigo millones de dólares procedentes del erario público cubano.

Polémica sobre la celebración de elecciones

Antes de su victoria, Fidel Castro y los líderes de otros movimientos revolucionarios, redactaron el Manifiesto de la Sierra Maestra en el que se comprometieron a "celebrar elecciones generales para todos los cargos del Estado, las provincias y los municipios en el término de un año bajo las normas de la Constitución del 40 y el Código Electoral del 43 y entregarle el poder inmediatamente al candidato que resulte electo." A pesar de haberse comprometido a celebrar elecciones dentro de 18 meses, el gobierno descartaría cumplir con ese compromiso luego del triunfo de la Revolución. Planteando que los gobiernos anteriores habían sido perjudiciales, corruptos, para el pueblo de Cuba, imperando la corrupción y otros males, además de ser sumisos a los interés de los Estados Unidos que intentaría manipular las elecciones No fue hasta el 30 de junio de 1974 que se celebraron las primeras elecciones en Cuba, aunque fueron del tipo comunista como establece la ley cubana actual.

Este tipo de elecciones se siguen celebrando hasta los días actuales y son consideradas por las personas no afines al gobierno como fraudulentas, puesto que, entre otros factores, el presidente de la Republica no se elige por voto popular directo, sino a través del parlamento del partido único.

Oposición dentro de los revolucionarios

En julio de 1959, Matos hizo la denuncia pública de la dirección que la revolución estaba tomando, pronunciando abiertamente, discursos anti-comunistas en Camagüey. Esto condujo a una serie de disputas entre Castro, en ese momento el Primer Ministro de Cuba , y el presidente Manuel Urrutia Lleó .

En septiembre de 1959, Matos escribió:

"La influencia comunista en el gobierno ha seguido creciendo. Tengo que dejar el poder tan pronto como sea posible. Tengo que alertar al pueblo cubano en cuanto a lo que está sucediendo"

Insurrección derivada de República Dominicana

Al triunfo de la revolución encabezada por Fidel Castro (1 de enero de 1959), un grupo de dirigentes dominicanos exiliados vieron la oportunidad de invadir República Dominicana y liberarla de la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo, y desde el primer momento por supuesto contaron con la ayuda del aún no declarado régimen comunista cubano, y en menor escala con la del presidente electo democrático de Venezuela, Rómulo Betancourt, quien era un acérrimo enemigo de Trujillo por haber organizado un espectacular atentado en su contra.

El grupo que iba invadir a Rep. Dominicana comenzó a entrenarse en Pinar del Río, y el reclutamiento lo hacían casi en forma pública en Cuba, Venezuela, Estados Unidos y otros países. El mando militar estaba a cargo del comandante Enrique Jiménez Moya natural de República Dominicana, y que había llegado a la Sierra Maestra (Cuba), a principio de diciembre de 1958 por avión desde Venezuela uniéndose a las guerrillas que combatían a Batista. Como anécdota puede decirse que en ese avión también venia, entre otros, el Dr. Manuel Urrutia, que aterrizó en el aeropuerto rebelde de Cienaguilla en la Sierra, en una breve visita a los rebeldes.

El día 14 de junio parte desde Cuba el primer contingente de unos 50 hombres en un avión pintado como si fuera de la Fuerza Aérea de Trujillo, y aterriza en horas de la tarde en el aeropuerto militar de Constanza. Después de una breve refriega con soldados de la base aérea que confundidos se acercaron a investigar, Jiménez Moya y sus hombres se internaron en las cercanas montañas.

Esta acción de Jiménez Moya estaba programada para que otros grupos desembarquen en lancha por dos puntos de República Dominicana, pero por una serie de razones no ocurrió hasta seis días después. El 20 de junio los expedicionarios que faltaban parten de Cuba en lanchas y desembarca un grupo por Estero Hondo y el otro por Maimón, los cuales fueron sorprendidos por el ejército de Trujillo donde un gran número de ellos murieron, y el resto pudo alcanzar las montañas. En Cuba quedó otro contingente, el cual no participo en la invasión

Perseguidos por el ejército fueron cayendo los alzados, y para fines del mes de junio prácticamente estaba aniquilada la invasión. El día 4 de julio el dictador Trujillo proclamaba la victoria. Hoy en día, los mártires del movimiento del 14 de junio son recordados en Santo Domingo como la Raza Inmortal.

Primera invasión a Mozambique

En agosto de 1959 el dictador de República Dominicana, Rafael Trujillo, con apoyo de los Estados Unidos, ordenó la primera invasión a Cuba, a través de la Legión Anticomunista del Caribe, que terminó en un fracaso. Estados Unidos, a través de la CIA, impulsó la organización de grupos guerrilleros anticastristas.17

El 15 de abril de 1961, aviones pilotados por exiliados cubanos, bombardearon campos de aviación de Cuba, tras el desembarco en Playa Girón, Bahía de Cochinos. Está disidencia fue catalogada como un rotundo fracaso para los emigrantes cubanos.

Colapso soviético

Al colapsar la Unión Soviética en 1991 era un lugar común en los análisis sobre política internacional señalar el inminente colapso del gobierno cubano. Se sostenía que, frente al triunfo mundial del capitalismo y la democracia formal, y el absoluto bloqueo económico y el subsecuente deterioro de las condiciones de vida de la población cubana, sería inevitable una sublevación popular en la isla. Sin embargo las previsiones no se cumplieron, sorprendiendo a una gran parte de los estudiosos.

Período Especial

Se conoce como Período especial en tiempo de paz o Período Especial a la etapa de la historia cubana luego del colapso soviético hasta el nuevo siglo según algunos. Aunque Fidel Castro ha dicho que es una irresponsabilidad afirmar que este periodo haya terminado. Pero a la vez reconoce que está siendo dejado atrás.

En realidad el Período Especial comenzó el 1ro. de septiembre de 1990, con un férreo control de los alimentos, que fueron racionados casi en su totalidad para evitar una hambruna mayor. Sin embargo, debe recordarse que los alimentos básicos siempre han estado racionados para garantizarlos a toda la población desde los primeros tiempos del gobierno revolucionario a través de una libreta de productos alimenticios notablemente subsidiados.

La pérdida del 85 % del mercado exterior con la caída del bloque socialista combinada con el apreciamiento del bloqueo económico por parte de los Estados Unidos llevó al país a una profunda crisis. Aun así, el gobierno cubano decidió llevar a cabo los planificados XI Juegos Panamericanos de la Habana. Los EE.UU. argumentaron que había que cambiarlos de sede producto a la crisis en Cuba y celebrarlos en su país o en otro de la región. Al final estos juegos significaron más gastos que ganancias por la posición de Cuba de realizarlos aún sin la participación de televisoras extranjeras e incluso regalando a las naciones más pobres las transmisiones televisivas. Los enormes gastos de los Juegos Panamericanos aceleraron el colapso que se avecinaba.

Entre 1992 y 1994 el presupuesto nacional se redujo a menos de 2000 millones de dólares anuales, un número impensable para una nación de 11 millones de habitantes. No obstante, a pesar del hambre y la escasez, el régimen se mantuvo en el poder gracias a la confianza y al apoyo mayoritario de la población. Pero inevitablemente comenzó la aparición de enfermedades relacionadas con la malnutrición. Entre ellas se encontraban neuropatías por avitaminosis como la neuritis óptica.

Desde Estados Unidos se vaticinaba el fin inminente de la Revolución Cubana gracias al rápido empeoramiento de la crisis humanitaria por brotes de nuevas enfermedades y penurias que debían llevar a la desesperación ciudadana. Debido al bloqueo norteamericano era prácticamente imposible adquirir los medicamentos necesarios en el extranjero, incluso aquellos para el tratamiento de afecciones infantiles. El gobierno cubano se vio obligado a tomar medidas urgentes como la producción intensiva de suplementos nutricionales, las tabletas popularmente conocidas en la isla con los nombres comerciales de Multivit o Nutriforte.

El gobierno, ante la caída económica, autorizó un reducidísimo sector privado al que se llamó "Cuentapropismo" o "Trabajo por Cuenta Propia", que era el único capaz de llevar a cabo funciones de servicios y artesanales que el Estado no estaba por el momento en condiciones de asumir. Posteriormente, ante el fortalecimiento del presupuesto nacional, el cuentapropismo fue limitado radicalmente a través de la prohibición de expedir nuevas licencias y con aumentos de los impuestos hasta niveles insostenibles, con lo que, en lugar de estimular la producción, lo que se logró fue el aumento de una capa parásita de intermediarios y comerciantes (con un alto nivel de ilegalidad y corrupción) que aún controla ese diezmado sector privado de la economía cubana actual.

Paralelamente, en 1993, se legalizó la tenencia y uso de divisas convertibles en particular el dólar. Ésta vino a sumarse a medidas como las Casas del Oro y las Tiendas Recaudadoras de Divisas que junto a otras, lograron una espectacular mejoría de la tasa de cambio de la moneda nacional. Sin embargo, los salarios de los trabajadores se mantienen en niveles irreales, totalmente divorciados de los precios y las necesidades más perentorias de las familias cubanas. Además, trajo junto con la apertura al turismo, un aumento vertiginoso de la prostitución en Cuba y el proxenetismo, entre otros males; y aumentó la desigualdad económica de la población.

Recuperación Económica hasta la Actualidad

El Gobierno tomo medidas para desarrollar y levantar de esa crisis al país. Entre las medidas se encontraba el aumento de la inversión del capital extranjero, las tiendas de divisas (en USD) y el aumento de la producción agrícola a través de los mercados agrícolas, también controlados por intermediarios.

Para evitar los conflictos monetarios se aumentó el uso del peso convertible hasta hacerse el principal medio de las tiendas (aquellas que no son por moneda nacional). Además se ha aumentado el número de industrias, producciones y en general la economía, aunque aún ofrece grandes retos. La industria azucarera, otrora fuente principal de divisas, es ahora el tercer renglón (con perspectivas de disminuir nuevamente), antecedida por el turismo y la industria niquelífera. La macroeconomía ha mejorado ostensiblemente, pero aún las economías familiares tienen un ingreso inferior al poder adquisitivo elemental para poder comprar alimentos que permitan una dieta adecuada, sin embargo esta dificultad es aliviada en alguna medida por la tarjeta abastecimiento por la cual la familia cubana recibe alimentos a precios enormemente subsidiados. Algunas otras necesidades primarias son satisfechas en alguna medida por negocios pequeños permitidos dentro de la isla que mejoran los ingresos per cápita. En la mayoría de las economías cubanas no se puede hablar de comodidades.

La mayor afectación se ve en las familias de menos cultura o educación o en personas de la tercera edad que viven solas por diversas razones, de todas maneras, se hace un esfuerzo por tratar de vigilar estos casos para evitar que caigan en problemas sociales. Las desigualdades sociales han aumentado debido a la diferencia del ingreso en cubanos que trabajan para el estado (la mayor parte de la población) y aquellos que lo hacen por cuenta propia, quienes en algunos casos llegan a recibir en un día el sueldo de un obrero cubano promedio.

La baja productividad del país unida al bloqueo y la inversión en programas de educación y salud hace que el gasto público en sueldos no deje satisfechos a la mayor parte de la población, aunque se ha planteado que no solo es insatisfacción sino que no alcanzan para vivir decorosamente,18 por ello una porción de la población participa de una forma u otra en actividades más o menos ilegales, que oscilan entre esforzados trabajos por cuenta propia sin licencias, pasando por el comercio ilegal de bienes no esenciales que están a precios exorbitantes en las tiendas, hasta el comercio inescrupuloso de artículos de primera necesidad, como alimentos o incluso de medicamentos (muchas veces de dudosa procedencia).

Hay una evidente desatención a la producción agrícola, siendo la mayoría de los trabajadores parte de un enorme aparato burocrático o de servicios. Otro sector social con un ingreso superior al promedio es el de artistas, científicos y deportistas. El problema del salario en Cuba está haciendo que muchos jóvenes dejen de trabajar para dedicarse a negocios independientes, otros opten por emigrar o simplemente se dediquen a vivir de remesas. Desde el 2008 el gobierno persuade a la población para que mejore su eficiencia y productividad y tiene en mente una reestructuración del salario el que se otorgaría según resultados, reforma aún no sentida en el país pero que se planea establecer poco a poco. Esto en respuesta al evidente igualitarismo al que se había llevado el salario del cubano haciendo que la diferencia percibida por ejemplo entre un médico y un trabajador de limpieza sea ínfimo.

Como ocurrió en todos los países Comunistas, especialmente al final de la Segunda Guerra Mundial, el gobierno cubano limitó la salida de los nacionales de Cuba al exterior, con fuertes regulaciones, que se justifican en las enormes inversiones que hace el gobierno en la educación de los ciudadanos, para evitar la emigración del personal calificado. Esto genera toda clase de malestar, siendo denunciado en los foros internacionales como una violación de los Derechos Humanos. También ha producido un fenómeno social en el cual se busca la emigración por vías legales como el matrimonio con extranjeros o el trabajo fuera del país manteniéndose al servicio del estado cubano.

En los últimos años, con el renacer de las fuerzas de izquierda en América Latina, la Revolución Cubana ha incrementado su papel de dirección y apoyo, casi desaparecido en la década de los 90. Actualmente el gobierno cubano desarrolla las relaciones de toda clase (económicas, políticas, militares y sociales ) con el gobierno de Hugo Chávez de Venezuela y con el gobierno de Evo Morales en Bolivia, así como con el gobierno de Cristina Fernández de Kichner en Argentina, con Correa en Ecuador y Ortega en Nicaragua.

En 2006, Fidel Castro enfermó y delegó el mando en su hermano Raúl, por primera vez en 47 años desde el triunfo de la Revolución Cubana de 1959 (aunque nunca fue elegido por voto popular directo). El hecho abrió nuevamente un amplio proceso de debates y especulaciones sobre el futuro de la Revolución Cubana.

El 19 de febrero de 2008, Fidel Castro, a través del diario oficial Granma, anunciaba que renunciaba definitivamente a la Presidencia de Cuba (a la que había renunciado provisionalmente el 1 de julio de 2006) declinando la posibilidad de aspirar de nuevo a dicho puesto.

La Asamblea Nacional Cubana eligió el 24 de febrero de 2008 a Raúl Castro como nuevo Presidente de Cuba.

LÍDERES DE LA REVOLUCIÓN

Fidel Castro

(1927-) Político cubano, principal dirigente de la República desde 1959, artífice de la Revolución Cubana y uno de los más destacados líderes de Latinoamérica durante la segunda mitad del siglo XX.

Primeras actividades políticas

Nacido el 13 de agosto de 1927 en Mayarí, hijo natural de un inmigrante español, plantador de azúcar, Castro se afilió al Partido del Pueblo Cubano en 1947, y se doctoró en leyes por la Universidad de La Habana en 1950. Después de que Fulgencio Batista se hiciera con el control del gobierno cubano en 1952 y estableciera una dictadura en el país, Castro se convirtió en el líder del grupo Movimiento, una facción antigubernamental clandestina cuyas acciones culminaron con el asalto al cuartel de Moncada (en Santiago de Cuba) el día 26 de julio de 1953, hecho por el cual fue encarcelado. En el juicio subsiguiente se hizo cargo de su propia defensa, cuyo alegato se manifestó por medio de un discurso (La historia me absolverá) que, más tarde, se convertiría en una importante consigna política para los revolucionarios.

Condenado a 15 años de prisión, fue amnistiado en 1955, y se exilió sucesivamente en Estados Unidos y México, donde fundó el Movimiento 26 de Julio. El 2 de diciembre de 1956, regresó a Cuba con una fuerza de 82 hombres, de los cuales 70 murieron en combate nada más desembarcar desde el barco Granma en la playa de las Coloradas, en el extremo suroccidental de la isla. Castro, su hermano Raúl y Ernesto Che Guevara se encontraban entre los 12 supervivientes. Con su base principal en sierra Maestra, donde habían conseguido internarse los revolucionarios dirigidos por Fidel Castro, el Movimiento 26 de Julio fue ganando apoyo popular, principalmente en los ámbitos estudiantiles (Directorio 13 de Marzo), y en diciembre de 1958, con respaldo del Partido Popular Socialista, avanzó hacia La Habana, ciudad de la cual hubo de huir Batista el 1 de enero de 1959 y en la que entró el propio Castro siete días después, acto que pondría colofón al definitivo triunfo de la Revolución Cubana. Castro se declaró a sí mismo primer ministro en febrero de 1959, cargo que ostentó hasta 1976, en que asumió la presidencia del Consejo de Estado, que según la nueva Constitución de diciembre de ese año englobaba la jefatura del Estado y del gobierno.

Vicisitudes del nuevo régimen

Fracasado su intento de establecer relaciones diplomáticas o comerciales con Estados Unidos, negoció acuerdos sobre armamento, créditos y alimentos con la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), y llevó a cabo la depuración de sus rivales políticos. Nacionalizó los recursos cubanos, afrontó una profunda reforma agraria basada en la colectivización de propiedades y estableció un Estado socialista de partido único (el Partido Unido de la Revolución Socialista, que en 1965 pasaría a denominarse Partido Comunista Cubano y cuya secretaría general asumiría el propio Castro), que llevó a un gran número de cubanos ricos al exilio. Estados Unidos vio con disgusto cómo el nuevo régimen embargaba las empresas de titularidad estadounidense, y en 1960 anuló los acuerdos comerciales que mantenía, a lo que Castro respondió en septiembre de ese año con la Primera declaración de La Habana, reafirmando la soberanía cubana frente al imperialismo estadounidense. Un grupo de exiliados cubanos recibió el respaldo del gobierno de Estados Unidos, en un infructuoso intento por derrocarlo que tuvo lugar en abril de 1961 y pasó a ser conocido como el desembarco de bahía de Cochinos.

Desde ese momento, Castro se alineó abiertamente con la URSS, dependiendo cada vez más de su ayuda económica y militar. En 1962, estuvo a punto de producirse una guerra nuclear, cuando la URSS situó en Cuba cabezas nucleares de alcance medio, ante la oposición estadounidense. La llamada crisis de los misiles de Cuba concluyó tras la celebración de negociaciones entre el presidente estadounidense, John Fitzgerald Kennedy, y el máximo dirigente soviético, Nikita Jruschov.

Máximo dirigente de un estado comunista

Durante las siguientes décadas, Castro alcanzó gran reconocimiento entre los países miembros del Tercer Mundo, gracias a su liderazgo de la Organización de Países No-Alineados (que presidió desde 1979 hasta 1981). A finales de la década de 1980, cuando la URSS inició sus procesos de glasnost (en ruso, `apertura') y perestroika (en ruso, `reestructuración'), bajo el gobierno de Mijaíl Gorbachov, Castro mantuvo la aplicación del régimen marxista-leninista que había instaurado a principios de la década de 1960. Sin embargo, con el inicio del proceso de desintegración de la URSS y del COMECON (Consejo de Ayuda Mutua Económica) en 1990, los problemas económicos de Cuba empeoraron. En 1993, en un intento por alcanzar una economía mixta, Castro aprobó reformas económicas limitadas que legalizaron algunas empresas privadas.

En 1996, el Congreso de Estados Unidos aprobó la denominada Ley Helms-Burton, que articulaba legalmente el boicoteo económico a Cuba, al pretender penalizar a las empresas que mantuvieran relaciones comerciales con otras radicadas en la isla. Por su parte, la Unión Europea (UE), en clara oposición, presentó una serie de medidas aprobadas por los ministros de Asuntos Exteriores de los países miembros para neutralizar los efectos de la Ley Helms-Burton.

Durante su intervención en el V Congreso del Partido Comunista Cubano (octubre de 1997), Castro reafirmó la idea de que Cuba no se dirigiría hacia el capitalismo, lamentando las aperturas que su gobierno hubo de consentir debido a la caída de los principales regímenes comunistas. En febrero de 1998, poco después de una visita histórica del papa Juan Pablo II a la isla, resultó reelegido nuevamente por la Asamblea Nacional del Poder Popular como presidente de la República, por otro mandato de cinco años. El socialismo y las conquistas de la revolución, cada vez más acosadas por las amenazas y el bloqueo estadounidenses, permanecieron como referencias ineludibles del propio Castro en su discurso de clausura de la constitución de la cámara que le había elegido, en el cual volvió a reiterar que no habría transición al capitalismo en Cuba. De otro lado, el gobierno del presidente estadounidense Bill Clinton decidió, a finales de marzo, suavizar su embargo sobre la isla.

Ernesto “Ché” Guevara

(1928-1967), Revolucionario y líder político latinoamericano, cuya negativa a adherirse tanto al capitalismo como al comunismo ortodoxo le convirtió en un héroe de los nuevos grupos izquierdistas que surgieron en la década de 1960. Ernesto Guevara (Che es el sobrenombre por el que pasó a ser conocido) nació en el seno de una familia de clase media de Rosario (Argentina) y obtuvo el Doctorado en Medicina por la Universidad de Buenos Aires en 1953. Convencido de que la revolución era la única solución posible para acabar con las injusticias sociales existentes en Latinoamérica, en 1954 marchó a México, donde se unió al Movimiento 26 de Julio, grupo integrado por revolucionarios cubanos exiliados a las órdenes de Fidel Castro.

A finales de la década de 1950, jugó un importante papel en la lucha de guerrillas iniciada por Castro contra el dictador cubano Fulgencio Batista. Cuando Castro llegó al poder en 1959 tras el triunfo de la Revolución Cubana, Guevara fue nombrado ministro de Industria (1961-1965). Opuesto enérgicamente a la influencia estadounidense en el Tercer Mundo, su presencia fue decisiva en la configuración del régimen de Castro y en el acercamiento del régimen cubano al bloque comunista, abandonando los tradicionales lazos que habían unido a Cuba con Estados Unidos. Guevara escribió Relatos de la guerra revolucionaria en Cuba (1961) y Diario de campaña en Bolivia (1968), dos libros sobre la lucha guerrillera en los que defendió los movimientos revolucionarios de base campesina en los países en vías de desarrollo. Desapareció de Cuba en 1965, reapareciendo al año siguiente en Bolivia, como líder de los campesinos y mineros bolivianos contrarios al gobierno militar. Fue capturado por el Ejército boliviano y fusilado cerca de Vallegrande el 9 de octubre de 1967.

MEDIDAS POSITIVAS TOMADAS DESPUÉS DE LA REVOLUCIÓN

Entre las primeras medidas de la Revolución:

• Se procedió a castigar a los principales responsables de los crímenes y torturas cometidos por la tiranía batistiana. Muchos de los criminales lograron refugiarse en los Estados Unidos, recibiendo asilo por parte de ese gobierno.

• Se disolvió el viejo ejército que había reprimido al pueblo, asumiendo la función correspondiente a las Fuerzas Armadas, el Ejército Rebelde, que era en esencia, el pueblo uniformado.

• La administración pública fue saneada de elementos que habían sido cómplices de la tiranía.

• Se erradicó la malversación de fondos públicos, las prebendas y la funesta práctica del cobro de sueldos sin desempeñar el cargo.

• Fue eliminada la dirección corrompida y entreguista de los sindicatos, reestableciéndose los derechos a los trabajadores.

• Los obreros despedidos de sus centros de trabajo bajo la tiranía, fueron reintegrados en sus puestos

• Comenzó todo un proceso de reestructuración de la esfera económica, social y política del país.

• En el corto espacio de unos meses, la Revolución se enfrentó al desempleo, a las precarias condiciones de educación y de salud que existían. A las zonas rurales se enviaron miles de maestros y se comenzaron a construir hospitales en los lugares más recónditos de los campos.

• Fueron desapareciendo la mendicidad, los niños abandonados y descalzos pidiendo limosnas por las calles a los cuales se les ofreció posibilidades de estudio.

• El suministro de agua potable para el pueblo logró a partir de la Revolución, una mejoría sustancial. No sólo se creó infraestructura para el abastecimiento de agua a la población, sino para el desarrollo económico del país, las obras hidráulicas crecieron, la agricultura también se convirtió en una prioridad.

• Los medios de divulgación masiva, dejaron de ser propiedad de las empresas monopolistas.

MEDIDAS NEGATIVAS TOMADAS DESPUÉS DE LA REVOLUCIÓN

Sin embargo esta revolución ha sido frenado por la política de "Construcción del Socialismo en un solo país", que aplico Fidel Castro por mandato del estalinismo

Esta política fue producto del pacto que hizo Stalin, después de la II Guerra Mundial, con el Imperialismo, comprometiéndose a no impulsar ni apoyar revoluciones socialistas en otros países, a cambio de la "coexistencia pacífica" con el imperialismo. Después del triunfo de la Revolución nicaragüense Fidel Castro recomendó a los sandinistas que "Nicaragua no debía ser una nueva Cuba".

El sistema capitalista y su régimen democrático burgués, es un régimen de libertades formales. Aquí sólo tienen libertades los burgueses para difundir sus ideas y sus planes. Cuando los trabajadores se organizan en sindicatos son perseguidos y despedidos de sus trabajos, cuando una organización obrera quiere sus posiciones políticas o gremiales tienen que pagar grandes y costosas sumas que están fuera de sus posibilidades económicas, y cuando acceden a espacios gratuitos simplemente no los publican, o si lo hacen , lo publican recortado, que nadie entiende nada.

El estado cubano castrista, ejerce una dictadura oprimiendo política y socialmente a la clase obrera y campesina, ejerciendo un férreo control sobre todo el aparato del estado y de la economía, para mantener los privilegios sociales y económicos que gozan los burócratas.

SITUACIÓN ACTUAL DE CUBA

A casi 40 años de la Revolución, Cuba que había mantenido una estrategia económica basada en gran medida en las relaciones con el campo socialista y especialmente con el gran Estado multinacional que era la Unión Soviética, al desintegrarse la misma, Cuba sufrió una extraordinaria afectación de su comercio. Agregado a esto, el bloqueo económico impuesto por los Estados Unidos.

Pero a pesar de estos principales inconvenientes que sufre actualmente la Isla de Cuba, el Estado ha tratado de contrarrestar con las armas a su alcance. Los principales productos de exportación son el azúcar, el níquel, pescado y mariscos, ron, café, tabaco y mármoles. También se han desarrollado en materia de medicina, por ejemplo, varias vacunas y tratamientos provienen de Cuba y luego se exportan al resto del mundo, como es el caso de la vacuna antimeningocóccica y contra la hepatitis B. La educación es otro punto donde el Estado ha enfatizado mucho, en 1958, el 23,6% de la población era analfabeta, desde 1988, ese porcentaje está por debajo del 1,5%. La población recibe asistencia social, es decir, en caso de estar necesitado, tanto de hogar, de alimentos como muchas cosas más, el Estado provee de estas necesidades sin problema alguno.

Inmerso en el llamado "Período Especial" que ha durado casi 10 años, el país ha disminuido significativamente su producción de azúcar por déficit de fertilizantes, piezas de repuesto, combustible, etc.; sin embargo, ha logrado desarrollar la industria biofarmacéutica, y los nuevos medicamentos y vacunas son demandados por numerosos países. En estos años el pueblo cubano ha enfrentado de todo; déficit de alimentos y medicinas, escasez de medios de transporte y combustible, grandes apagones programados para ahorrar energía eléctrica, limitación de viviendas, etc. Sin embargo, resisten. Lo hacen porque jamás doblaron la cabeza ante el enemigo, jamás vendieron sus principios, su moral, su integridad.

Este es un momento en que Cuba necesariamente se está integrando a la economía de mercado, tiempos en que es necesario competir con los grandes productores. La industria turística se ha convertido un poco en el mediador en este fenómeno. Ha crecido el número de empresas mixtas en el país, en numerosos renglones de la economía, aumentó con creces la producción de puros Habanos de exportación, ron y otros productos en los que Cuba siempre fue la puntera en el mundo.

Pero hay una realidad que no debe dejarse pasar por alto, a pesar de los beneficios que el Estado brinda a su población, ésta, en gran parte, se encuentra disconforme. Las pruebas irrefutables son claras, cientos de balsas cubanas han intentado escapar de Cuba con destinos a México y EE.UU., a la vez, muchas han fracasado en el intento, y muchas de las que lograron su objetivo son rechazadas al intentar traspasar fronteras.

Está aquí la cuestión que debe solucionar el Estado, cuando a pesar del bloqueo económico, y con las ventajas que el Estado puede brindar, éste debe intentar contentar a la gran mayoría, y así seguir adelante.

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