Herramientas para el Aprendizaje

HERRAMIENTAS PARA LA CONSTRUCCIÓN DEL APRENDIZAJE

Universidad Nacional Experimental "Simón Rodríguez"

Núcleo Araure. Edo. Portuguesa

Director: Arturo Jiménez

Coordinadora Académica: Mireya Izaguirre

Curso: Historia Universal

Facilitador: Jaime Rodríguez

Participantes:

Linarez Manuel
Medina Yusmary
Salgado Yulianna
Peréz Jean Carlos

lunes, 13 de septiembre de 2010

Primera Guerra Mundial


QUE FUE LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL:

El 3 de agosto de 1914 era ya un hecho la primera guerra mundial, el ministro británico de asuntos exteriores Edward Grey se hallaba frente a su ventana de su despacho y veía sobre Londres el crepúsculo, entonces pronunció unas palabras que se han hecho famosa: "En toda Europa se apagan ahora las luces: puede suceder que jamás volvamos a verlas encendidas".
Su predicción se cumplió, la guerra que entonces empezaba significó la muerte de la vieja Europa, el final de los viejos tiempos el desmoronamiento definitivo de una concepción del mundo. Esta guerra, que tendría que haber puesto fin a las guerras, dio origen a nuevos enfrentamientos, a nuevas guerras. El conflicto fue provocado en Sarajevo, el 28 de junio de 1914 cuando el heredero del trono austro-húngaro, el archiduque Francisco Fernando cayó víctima de un terrorista serbio. Pero como es natural, las causas de la guerra eran más profundas, consistían fundamentalmente en 3 antagonismos:

1.- Entre Alemania y Francia, en forma de una enemistad reactivada por la derrota francesa de 1871, y la pérdida de Alsacia-Lorena.
2.- Entre Alemania e Inglaterra, competencia en el terreno de la industria de la política colonial y del rearme maruno.
3.- Entre Austria-Hungría y Rusia, por el dominio de los Balcanes.
El conflicto militar que comenzó como un enfrentamiento localizado en el Imperio Austro-Húngaro y Serbia el 28 de julio de 1914; se transformó en un enfrentamiento armado a escala europea cuando la declaración de guerra austro-húngara se extendió a Rusia el 1 de agosto de 1914; Finalmente, pasó a ser una guerra mundial en la que participaron 32 naciones. Veintiocho de ellas, denominadas aliadas o potencias asociadas y entre las que se encontraban Gran Bretaña, Francia, Rusia, Italia y Estados Unidos, lucharon contra la coalición de los llamados Imperios Centrales, integrada por Alemania, Austria-Hungría, Imperio Otomano y Bulgaria.
La causa inmediata del inicio de las hostilidades entre Austria-Hungría y Serbia fue el asesinato del archiduque Francisco Fernando de Habsburgo, heredero del trono austro-húngaro, cometido en Sarajevo el 28 de junio de 1914 por Gavrilo Príncipe, un nacionalista serbio.
No obstante, las causas profundas del conflicto remiten a la historia europea del siglo XIX, concretamente a las tendencias económicas y políticas que imperaron en Europa desde 1871, año en el que fue fundado el II Imperio Alemán, y este Estado emergió como una gran potencia.

Entre 1914 y 1918 se desarrolló en Europa la mayor conflagración hasta entonces conocida. Motivada por conflictos imperialistas entre las potencias europeas, la "gran guerra", como se denominó originalmente a la primera guerra mundial, implicó a toda la población de los estados contendientes, así como a la de sus colonias respectivas.
Se puede decir entonces que el origen de la primera contienda mundial debe buscarse en la existencia de dos grandes bloques antagónicos: la Triple Alianza (Alemania, Imperio austro-húngaro e Italia) y la Triple Entente (Francia, Gran Bretaña y Rusia), aunque su causa inmediata fue el asesinato en Sarajevo del archiduque Francisco Fernando de Austria el 28 de junio de 1914. Viena, que consideraba con recelo el engrandecimiento de Serbia, se apresuró a culparla del magnicidio y exigió satisfacciones como preámbulo de su declaración de guerra el 28 de julio. Rusia, erigida en campeona de los países eslavos frente a Austria, proclamó la movilización general, mientras Alemania, que había dado seguridades a su aliada para una ayuda total en caso de conflicto con Rusia, envió un ultimátum a este país, y otro a Francia como advertencia y más tarde la declaración de guerra a ambos países.

Por su parte, Inglaterra, que vacilaba en comprometerse con sus aliados, reaccionó al exigir Alemania a Bélgica paso libre para sus tropas.

EL PLAN SCHLIEFFEN

Los alemanes contaban con deshacerse enseguida de Francia y dirigir luego sus golpes contra Rusia. Su confianza se basaba en el Plan Schlieffen para rodear el poderoso sistema francés de fortificaciones. El plan preveía que el ala derecha, que concentraba el grueso de las fuerzas alemanas, efectuara un avance arrollador a través de Bélgica, mientras el ala izquierda, mucho menos potente, incitaría al enemigo al ataque. Al pasar los franceses a la ofensiva contra el ala izquierda, harían funcionar el dispositivo como una puerta giratoria: cuanto más presionara, con tanta mayor violencia giraría el ala derecha a la zaga. Sin embargo, el plan fracasó, los frentes llegaron a estabilizarse y las trincheras se extendieron desde la frontera suiza hasta el canal de la Mancha. En febrero de 1916, el alemán Falkenhayn desencadenó un violento ataque contra Verdún, que ocasionó una verdadera carnicería en ambos ejércitos y no se tradujo en éxito alguno para los atacantes.

FRENTE ORIENTAL E INTERVENCIÓN ESTADOUNIDENSE.

Entretanto, en el otro extremo de Europa se iba despejando la incógnita. A despecho de la pérdida de Galitzia por los austríacos, del revés alemán en Gummbinnen (agosto 1914) y del avance ruso por Prusia Oriental, Hindenburg y su jefe de Estado Mayor, Erich Ludendorff (foto), lograron aplastar a las fuerzas del zar en Tannenberg (26-30 agosto). En 1917 Berlín reanudó la guerra submarina total, lo que acarrearía la entrada de Estados Unidos en la contienda (6 abril 1917). Los alemanes desencadenaron el 21 de marzo de 1918 una serie de embestidas que rompieron varias veces el frente aliado en San Quintín, Lys y el Aisne; pero, pese a tan brillantes resultados, se produjo el agotamiento de las energías germanas. El 3 de octubre, el príncipe Max de Baden, canciller del Reich, pedía a Wilson un armisticio inmediato. El 29 capitulaba Austria y el 31 Turquía, mientras Alemania firmaría la paz y su derrota en Versalles (28 julio 1919).

En el transcurso de la I Guerra Mundial fueron famosas, por su encarnizamiento y su valor estratégico, las batallas de: Arrás, Artois, Cambrai, Caporetto, Jutlandia, Marne, Somme, Tannenberg, Verdún e Yprès.

Fueron muchos los enfrentamientos que se dieron en el transcurso de los cuatro años que duró la primera guerra mundial, un desarrollo cronológico de la misma podrá observarse en anexos.

ANTECEDENTES DE LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL

Fueron varias los enfrentamientos que sirvieron de preludio a la primera guerra mundial, entre ellos se pueden mencionar:
1.-La guerra franco-prusiana:

En 1870 Francia fue vencida por el ejército prusiano, disciplinado y bien armado, mandado por Moltke. Se completó la unidad de Alemania y los príncipes de muchos Estados reconocieron como emperador a Guillermo. La derrota y las pérdidas territoriales colocaron a Francia en situación tirante con Alemania.

2.-La liga de los tres emperadores:

La máxima ambición del canciller de hierro alemán Bismarck, era mantener aislada a Francia. Se vio realizada en 1873 mediante la Liga de los Tres Emperadores: el de Alemania, el estado más fuerte del continente.

3.- La Triple Alianza:

En los Balcanes, el enfrentamiento de los intereses rusos y austríacos condujo en 1878 a la disolución de la Liga de los Tres Emperadores. En 1879 la alianza entre Alemania y Austria-Hungría se hizo más fuerte y en 1882 se amplió con Italia. En 1887 Alemania y Rusia firmaron un tratado mediante el cual estrecharon sus relaciones.

4.- La Triple Entente:

El nuevo emperador de Alemania Guillermo II destituyó a Bismarck y no renovó el tratado con Rusia, lo que aprovechó Francia que estaba aislada para aliarse con Rusia en 1894. En 1904 se alió también con Inglaterra. Poco después se aliaron también Inglaterra y Rusia, con lo que en 1907 quedó terminada la Triple Entente. El cerco de Alemania era ya un hecho.

5.- Las primeras descargas:

El camino hacia la catástrofe de 1914 pasó por Marruecos y los Balcanes. En el Marruecos francés intentaron hacerse valer los intereses comerciales alemanes, la consecuencia entre otras, fue la crisis de Agadir de 1911. La debilidad de Turquía llevó a sus amigos a la ruina.

LAS DECLARACIONES DE GUERRA

Austria declaró la guerra a Serbia el 28 de julio, ya fuera porque creía que Rusia no llegaría a unirse a Serbia o porque estaba dispuesta a correr el riesgo de un conflicto europeo general con tal de poner fin al movimiento nacionalista serbio. Rusia respondió movilizándose contra Austria. Alemania advirtió a Rusia de que si persistía en su actitud le declararía la guerra, y consiguió que Austria accediera a discutir con Rusia una posible modificación del ultimátum enviado a los serbios.

No obstante, Alemania insistió en que los rusos retiraran sus tropas inmediatamente. Rusia se negó a hacerlo y Alemania le declaró la guerra el 1 de agosto.

Los franceses comenzaron la movilización de sus fuerzas ese mismo día; las tropas alemanas cruzaron la frontera de Luxemburgo el 2 de agosto y Alemania declaró la guerra a Francia el 3 de agosto. El día anterior, el gobierno alemán había informado al gobierno belga de su intención de marchar sobre Francia cruzando Bélgica, a fin de evitar que los franceses utilizaran esta ruta para atacar Alemania. Las autoridades belgas se negaron a permitir el paso por su territorio de las tropas alemanas y recurrieron a los países firmantes del Tratado de 1839 —en el que se garantizaba la neutralidad de Bélgica en el caso de un conflicto en el que estuvieran implicados Gran Bretaña, Francia y Alemania— para que se cumpliera lo establecido en dicho acuerdo. Gran Bretaña, uno de los países signatarios del Tratado de 1839, envió un ultimátum a Alemania el 4 de agosto en el que se exigía que se respetara la neutralidad de Bélgica; Alemania rechazó la petición y el gobierno británico le declaró la guerra ese mismo día.

Italia permaneció neutral hasta el 23 de mayo de 1915, cuando rompió su pacto con la Triple Alianza para satisfacer sus aspiraciones territoriales y declaró la guerra a Austria-Hungría. La unidad de los aliados se fortaleció en septiembre de 1914 a través del Pacto de Londres, firmado por Francia, Gran Bretaña y Rusia. A medida que avanzaba la contienda, fueron sumándose al conflicto países como el Imperio otomano, Japón, Estados Unidos y otras naciones del continente americano. Japón, que había firmado una alianza con Gran Bretaña en 1902, declaró la guerra a Alemania el 23 de agosto de 1914, y el 6 de abril de 1917 lo hizo Estados Unidos.

CAUSAS DE LA I GUERRA MUNDIAL

La causa inmediata que provocó el estallido de la primera guerra mundial fue, como ya sé mencionó, el asesinato del archiduque de Austria-Hungría, Francisco Fernando, en Sarajevo Serbia, el 28 de Junio de 1914.

Los verdaderos factores que desencadenaron la I Guerra Mundial fueron el intenso espíritu nacionalista que se extendió por Europa a lo largo del siglo XIX y comienzos del XX, la rivalidad económica y política entre las distintas naciones y el proceso de militarización y de vertiginosa carrera armamentística que caracterizó a la sociedad internacional durante el último tercio del siglo XIX, a partir de la creación de dos sistemas de alianzas enfrentadas.

CONSECUENCIAS ECONÓMICAS

La guerra supuso una destrucción material extrema. Francia y Bélgica fueron los países más afectados pues los combates más violentos se desarrollaron en su territorio. Igualmente fueron duramente castigadas Rusia y la región fronteriza entre Italia y Austria.

Los campos de cultivo, la red de ferrocarriles, puentes, carreteras, puertos y otras infraestructuras fueron devastados. Se perdieron barcos, fábricas, maquinaria. Numerosas ciudades y pueblos fueron total o parcialmente arrasados.

La riqueza de los estados sufrió un dramático descenso: Francia perdió más del 30%, Alemania cerca del 25 %, el Reino Unido el 32%, Italia el 26%. Estados Unidos se vio menos afectado y su economía se colocaría a la cabeza del mundo.

Al término de la guerra fue necesario reconvertir las industrias que habían estado destinadas durante años a la producción de guerra. El proceso fue lento y se vio entorpecido por una crisis que se alargó hasta 1924. La "economía de guerra" dislocó el sistema productivo y eliminó de la política económica los principios del liberalismo. La tendencia se consolidó durante la posguerra fruto de las políticas de los gobiernos de izquierda, especialmente los socialdemócratas. El intervencionismo económico del Estado fue la pauta seguida durante el período de entreguerras salvo en el caso de Estados Unidos, hasta la llegada a la presidencia de F. D. Roosevelt.

El gasto bélico se financió en parte acudiendo a las reservas de oro y al endeudamiento mediante la emisión de deuda pública, complementado con el recurso a créditos exteriores, especialmente de origen estadounidense. Se recurrió a la fabricación del papel moneda, lo que provocó una fuerte inflación, agravada en la posguerra por el desequilibrio entre demanda y producción.

Sin embargo hubo países a los que la guerra benefició económicamente. En primer lugar aquellos que habían permanecido neutrales durante el conflicto y se habían convertido en proveedores de materias primas y alimentos para los contendientes, casos de Brasil, Argentina y España.

Pero fundamentalmente la guerra consolidó el crecimiento de dos grandes potencias: Estados Unidos y Japón cuyo comercio experimentó un aumento sin precedentes en detrimento de las potencias tradicionales de Europa, que perdieron sus mercados exteriores y vieron cómo su espacio económico se fragmentaba.

Estados Unidos prestó importantes cantidades de dinero a los aliados y les suministró abundante material bélico, bienes de equipo y víveres. Se convirtió en el mayor acreedor (más de 250 mil millones de dólares) de los países europeos, que en adelante entraron en una estrecha dependencia de los créditos norteamericanos para hacer frente a la reconstrucción económica. El dólar se convirtió junto a la libra esterlina en el principal instrumento de cambio en las transacciones internacionales y la bolsa de Nueva York consiguió el liderazgo mundial.

CONCECUENCIAS POLÍTICAS

Los cuatro imperios existentes antes del final del conflicto (Austria-Hungría, Alemania, Turquía y Rusia) desaparecieron con sus correspondientes casas reinantes, dando lugar a repúblicas. La revolución bolchevique, acaecida durante guerra, marcaría un hito en la historia de la humanidad por ser la primera que dio como resultado el nacimiento de un estado comunista, que jugaría un papel determinante en la historia del siglo XX.

El fin del conflicto alteró el mapa europeo y colonial
Los antiguos imperios austro-húngaros, turco y Rusia sufrieron grandes pérdidas territoriales, de donde surgieron nuevos estados: Finlandia, Estonia, Letonia, Lituania, Polonia, Yugoslavia, Checoslovaquia y Hungría.
Alemania perdió Alsacia y Lorena, que pasaron a manos francesas, así como todos sus territorios ultramarinos.

Formas de Gobierno

Las formas de gobierno pueden diferir dependiendo del modo en que se generen los poderes públicos, de las estructuras que asumen y de sus facultades.

Una clasificación clásica de las formas de gobierno es la de Montesquieu (1689 -1755), quien distinguió básicamente dos formas: La Monarquía y La Republica.

La Monarquía:

La titularidad del poder ejecutivo se adquiere hereditariamente, se la conserva de por vida y no se tiene responsabilidad política en su gestión. En la actualidad en la Monarquía existen además del Monarca, que es el jefe del estado, un Jefe de Gobierno o Primer Ministro, que si responde políticamente.

La Republica:

En esta forma de gobierno, el Jefe del Estado es elegido por el pueblo, ya sea en forma directa o indirecta, dura temporalmente en su cargo y es políticamente responsable.

Otra distinción posible de establecer de las formas de ejercer el poder político es la de gobiernos autocráticos y gobiernos democráticos. Los gobiernos de formas autocráticas pueden derivar en:

Autoritarismo:

Se suele llamar autoritarios a los regímenes que privilegian el aspecto del mando y menosprecian la participación, concentrando su poder político en un solo hombre o un solo órgano y restando valor a las instituciones representativas.

Totalitarismo:

Los elementos constitutivos del totalitarismo son la ideología totalitaria, el partido único, el dictador, el terror. La ideología totalitaria proporciona una explicación indiscutible del curso histórico, una crítica radical de la situación existente y una guía para su transformación igualmente radical.

Los regímenes Democráticos, por su parte, pueden asumir distintas formas:

Democracia Directa:

Donde el pueblo ejerce por sí mismo la soberanía. Ejemplo Atenas.

Democracia Semi-directa:

Donde el pueblo delega el ejercicio de una parte de la soberanía en sus gobernantes, pero se reserva el ejercicio de otros. (Plebiscito).

Democracia Representativa:

En esta forma de gobierno, el pueblo delega la soberanía en autoridades elegidas en forma periódica y que son políticamente responsables.

Constituciones

-¿Qué es la Constitución?

Es el documento fundamental del país en donde se encuentran escritos las leyes, deberes y derechos del estado.

Artículos transitorios

Son los artículos de la Constitución que duran un breve tiempo. En la constitución de 1980 encontramos 34 artículos transitorios.

Constitución de 1980:

Art. 9º: El terrorismo, en cualquiera de sus formas, es por esencia contrario a los derechos humanos. Una ley de quórum calificado determinara las conductas terroristas y su penalidad. Las responsabilidades de estos delitos quedaran inhabilitadas en el plazo de 15 años para ejercer funciones o cargos públicos, sean o no de elección popular, o de rector o director de establecimientos de educación, o para ejercer en ellos funciones de enseñanza; para explotar un medio de comunicación social o ser director o administrador del mismo, o para desempeñar en el funciones relacionadas con la emisión o difusión de opiniones o informaciones; ni podrán ser dirigentes de organizaciones políticas o relacionadas con la educación o de carácter vecinal, profesional, empresarial, sindical, estudiantil o gremial en general, durante dicho plazo. Lo anterior se entiende sin perjuicio de otras inhabilidades o de los que por mayor tiempo establezca la ley.

Los delitos a los que se refieren los inciso anterior serán considerados siempre comunes y no políticos para todos los efectos legales y no procederá respecto de ellos el indulto particular, salvo para conmutar la pena de muerte por la presidio perpetuo.

Forma de gobierno, forma política, régimen político, régimen de gobierno, sistema de gobierno, modelo de gobierno o modelo político son alguna de las diversas maneras de nombrar un concepto esencial de la ciencia política y la teoría del estado o derecho constitucional. Hace referencia al modelo de organización del poder constitucional que adopta un Estado en función de la relación existente entre los distintos poderes. La manera en la que se estructura el poder político para ejercer su autoridad en el Estado, coordinando todas las instituciones que lo forman, hace que cada forma de gobierno precise de unos mecanismos de regulación que le son característicos. Estos modelos políticos varían de un estado a otro y de una época histórica a otra. Su formulación se suele justificar aludiendo a muy diferentes causas: estructurales o idiosincráticas (imperativos territoriales, históricos, culturales, religiosos, etc.) o coyunturales (períodos de crisis económica, catástrofes, guerras, peligros o "emergencias" de muy distinta naturaleza, vacíos de poder, falta de consenso o de liderazgo, etc.); pero siempre como plasmación política de un proyecto ideológico.

La denominación correspondiente a la forma o modelo de gobierno (además de referencias a la forma de Estado, que indica la estructura territorial) suele incluso incorporarse al nombre o denominación oficial del estado, con términos de gran diversidad y que, aunque proporcionan cierta información sobre lo que proclaman, no responden a criterios comunes que permitan definir por sí solos su régimen político. Por ejemplo: República del Perú, Estados Unidos Mexicanos, República Bolivariana de Venezuela, Reino de España, Principado de Andorra, Gran Ducado de Luxemburgo, Federación Rusa, República Federal de Nigeria, República Popular Democrática de Corea, Emiratos Árabes Unidos, República Islámica de Irán o Gran Jamahiriya Árabe Libia Popular y Socialista. Entre los casi doscientos estados, sólo hay dieciocho que no añaden ninguna palabra más a su nombre geográfico, como por ejemplo: Jamaica; mientras que once sólo indican que son "estados". La forma más común es "república", con 132 casos de muy distinto tipo. Las monarquías son 33 (18 de ellas "reinos").

Hay muy distintas nomenclaturas para denominar las distintas formas de gobierno, desde los teóricos de la Antigüedad hasta la Edad Contemporánea; en la actualidad suelen utilizarse de forma habitual tres tipos de clasificaciones: El carácter electivo o no de la jefatura de Estado define una clasificación, entre repúblicas (electiva) y monarquías (no electiva). El grado de libertad, pluralismo y participación política define otra clasificación, entre sistemas democráticos, autoritarios, y totalitarios, según permitan en mayor o menor grado el ejercicio de la discrepancia y la oposición política o bien niegan más o menos radicalmente la posibilidad de disidencia (estableciendo un régimen de partido único, o distintos tipos de regímenes excepcionales, como las dictaduras o las juntas militares); a su vez el sistema electoral por el que en los sistemas participativos se expresa la voluntad popular ha tenido muy diversas conformaciones históricas (democracia directa o asamblearia, democracia indirecta o representativa, sufragio censitario o restringido, sufragio universal masculino o de ambos sexos, diferentes determinaciones de la mayoría de edad, segregación racial, inclusión o no de los inmigrantes, y otros), así como muy distintas maneras de alterarlo o desvirtuarlo (burgo podrido, gerrymandering, fraude electoral, pucherazo). La relación existente entre la jefatura del estado, el gobierno y el parlamento define otra clasificación más, entre presidencialismos y parlamentarismos (con muchos grados o formas mixtas entre uno y otro). Estas tres clasificaciones no son excluyentes, sino que se complementan, de modo que una república puede ser democrática (Estados Unidos o Sudáfrica) o totalitaria (China o Cuba); una democracia republicana puede ser parlamentaria (Alemania o India) o presidencialista (Francia o Argentina); y una monarquía puede ser democrática y parlamentaria (España, Reino Unido o Japón), no democrática (Arabia Saudí o Ciudad del Vaticano) o situarse en posiciones intermedias (Marruecos), muy habitualmente calificadas de forma más o menos anacrónica con términos propios de las formas históricas de la monarquía (monarquía feudal, monarquía autoritaria, monarquía absoluta).

Forma de gobierno, forma de Estado y sistema político

Los términos forma de gobierno y modelo de gobierno son empleados usualmente, aunque de forma impropia, para referirse al concepto de forma de Estado o modelo de Estado: propiamente este último no sólo comprende el poder, sino además el territorio y la población. Las distintas formas clásicas de clasificar las formas de Estado (federal, confederal, regional) también se suelen denominar formas de gobierno en los textos políticos y filosóficos por la contracción lingüística "forma de gobierno del Estado" y "forma política del Estado" en "forma del Estado".

De igual manera ha sido confundido con el de sistema político, porque alude también a la estructura y funcionamiento de los poderes públicos. No obstante, mientras que una forma de gobierno (o sistema de gobierno o régimen político) es una manera de ejercitar los distintos tipos de poder por parte del gobierno, y una estructura de gobierno es la forma en la que se organiza dicho poder; un sistema político es el sistema en el que se encuentra inmerso dicho poder y en el cual ha de desenvolverse para conseguir su objetivo. Entendido así, el concepto forma de gobierno posee una connotación más estática y simple pues se refiere aisladamente a las instituciones de gobierno o al resto de actores políticos que inciden sobre ellas, y no a la interdependencia del conjunto (sistema político) y al proceso de toma de decisiones de gobierno, por su propia naturaleza más dinámico y cambiante.

Religión y forma de gobierno

Una particularidad especial en la organización política de los estados, y que puede determinar de forma trascendental su régimen político es la relación que se determine entre el poder político y lo que se llega a denominar poder religioso. Según se establezca tal relación, habrá un total laicismo (Estado laico o separación Iglesia-Estado); una total confesionalidad del Estado (Estado confesional que define una religión oficial con mayor o menor tolerancia religiosa hacia las demás confesiones o hacia las posturas no religiosas), que a su vez puede llegar a un control total de las autoridades religiosas sobre las políticas (la teocracia) o su inverso, un control total de las autoridades políticas sobre las religiosas (el cesar papismo); o diversos grados de colaboración y reconocimiento de una, varias o todas las confesiones religiosas desde la confesionalidad de un Estado aconfesional. La imposición como política religiosa de un ateísmo oficial o de una forma particular de pesado-religión pública se produjo durante algunas fases de las revoluciones francesa (que estableció el culto a la Diosa Razón), soviética (que establecía la libertad de culto y de propaganda antirreligiosa y desarrolló en la práctica un verdadero culto a la personalidad) y la china (especialmente durante la Revolución Cultural).

Clasificaciones clásicas de las formas de gobierno

No ha habido históricamente acuerdo en la determinación de las diferentes formas de gobierno o de estado, desde la antigüedad clásica hasta la Edad Contemporánea:1

• Platón

o la forma perfecta, aristocracia o gobierno de los filósofos;

o las formas degeneradas: timocracia u oligarquía de los ricos (timé: honor; oligos: unos pocos), democracia de las masas (demos: el pueblo) y tiranía de un usurpador.

• Aristóteles, que mezcla un criterio numérico (atendiendo al número de personas que ejercen el poder) y un criterio cualitativo (atendiendo al bien público)

o formas puras o perfectas: monarquía, aristocracia y democracia;

o formas impuras o corruptas: respectivamente degeneradas de las perfectas: tiranía, oligarquía y demagogia.

• Polibio define la forma de gobierno mixto o gobierno constitucional que combina las tres formas puras aristotélicas en un sistema de equilibrio de poderes, y que estarían representadas en las instituciones romanas: consulado, el senado y los comicios. La ruptura del equilibrio hace caer en la sedición o la tiranía. Esta definición sería seguida por el pensamiento político medieval y de comienzos de la Edad Moderna (Tomás de Aquino, Dante, Padre Suárez)

• Maquiavelo, en El Príncipe (1513), sólo reconoce dos formas: todos los Estados o son Repúblicas o son Principados; pero también utilizó la historia de la Roma antigua para recomendar un gobierno mixto de las tres formas políticas clásicas en su Discurso sobre la Primera Década de Tito Livio2

• Montesquieu (Del Espíritu de las Leyes, 1748) modifica la clasificación aristotélica con la distinción entre monarquía, despotismo y república; y dentro de ésta entre democracia y aristocracia.

El gobierno republicano es aquel en que el pueblo, en cuerpo o solo parte de él, ejerce la potestad soberana [...]

El monárquico es aquel en que gobierna uno solo, pero con arreglo a leyes fijas y establecidas [...]

El despótico es aquel en que uno solo, sin ley ni regla, lo dirige todo a voluntad y capricho` [...]

La república en donde [...] el poder soberano está en manos de parte del pueblo [...] tiene una aristocracia [...]

En los Estados populares, es decir, en las repúblicas democráticas, se necesita el resorte de la virtud. La moderación es el alma de los gobiernos aristocráticos; mas entiéndase que me refiero a la que está fundada en la virtud, no a la que nace de la cobardía o pereza del alma[...] En cambio en las monarquías la política produce las mayores cosas con la menor virtud posible.

• Rousseau distingue democracia, aristocracia y monarquía, como Aristóteles, pero sentencia que se confunden en su ejercicio.

• Kant distingue más bien entre formas de soberanía, ya en el contexto histórico de la Revolución francesa.

• El pensamiento político marxista se centra en el componente de clase del Estado como superestructura jurídico política que justifica y asegura la posición de las clases dominantes y las relaciones sociales de cada modo de producción (esclavista, feudal, capitalista). En la época contemporánea habría formas de estado democrático-burgués y distintas formas de estado autoritario o dictatorial, como las dictaduras fascistas. Como forma de transición hacia una teórica sociedad comunista (sin clases) se postula la existencia de la dictadura del proletariado.

• Hannah Arendt introdujo la oposición entre totalitarismo y pluralismo.

• Juan José Linz distinguió, dentro de las formas de gobierno dictatoriales o no democráticas, entre autoritarismo y totalitarismo.3

Clasificación de las formas de gobierno actuales

Repúblicas

Una república es la forma de gobierno en la que el jefe del estado no es un monarca, sino un cargo público cuyo ocupante no tiene derecho por sí mismo a ejercerlo, sino que lo ha obtenido mediante un procedimiento de elección pública y está sometido al escrutinio público –ambas cosas en teoría–, y su denominación es compatible con sistemas unipartidistas, dictatoriales y totalitarios. Aunque el republicanismo identifica como valores republicanos los de la Revolución francesa (libertad, igualdad y fraternidad), no es posible identificar históricamente república con democracia o igualdad ante la ley o con la elección de todos los cargos de forma democrática. Desde el propio nacimiento del concepto en la Edad Antigua, con la República romana.

Las listas siguientes incluyen a todas las repúblicas según su régimen interno constitucional independientemente de que se hayan elegido democráticamente o no.

Repúblicas parlamentarias

El parlamentarismo es un sistema de organización política en la que la rama ejecutiva del gobierno depende del apoyo directo o indirecto del parlamento, a menudo expresado por medio de un voto de confianza. El poder ejecutivo de las repúblicas parlamentarias proviene y depende del poder legislativo; el jefe de gobierno (llamado “primer ministro”) a veces es el líder del partido o coalición con mayor representación en el parlamento o cuerpo legislativo. Existe también un jefe de Estado independiente (llamado “presidente” con poderes limitados, simbólicos o meramente ceremoniales).

Estructura Ideológico-Cultural

Alemania Nazi

La Alemania nazi o nacionalsocialista, el Imperio nazi, el III Imperio Alemán o el Tercer Reich son términos que se refieren a la Alemania del período comprendido entre 1933 y 1945, cuando Adolf Hitler gobernó este país bajo los fundamentos de la ideología totalitaria del nazismo.

Aspectos jurídicos

El término nazi es la apócope de Nacionalsocialismo en alemán. Esta ideología fue institucionalizada en el Partido Nacional Socialista Alemán de los Trabajadores (PNSAT), en alemán Nationalsozialistische Deutsche Arbeiterpartei (NSDAP), también conocido como partido Nazi.

El Tercer Reich es el período y se utiliza como sinónimo para la Alemania nazi. El término fue introducido por la propaganda nazi, que contaba al Sacro Imperio Romano Germánico como el primer Reich o imperio, al Imperio alemán de 1871 como el segundo y a su propio régimen como el tercero. Esto se hizo para sugerir una vuelta gloriosa de la Alemania anterior tras la República de Weimar instaurada en 1919 y que, sin embargo, nunca fue disuelta oficialmente por el nuevo régimen.

El partido Nazi procuró combinar símbolos tradicionales de Alemania con símbolos del partido Nazi, siendo un símbolo único, la esvástica, el más representativo del régimen, en un esfuerzo por afianzar la idea de unidad entre sus ideales y Alemania.

Territorio

Además del territorio de Alemania durante la República de Weimar, el nuevo Reich llegó a incluir, en los años que precedieron a la Segunda Guerra Mundial, las zonas con poblaciones étnicas germanas como Sarre, Austria (tras el Anschluss pasa a denominarse Ostmark), los Sudetes (Crisis de los Sudetes) y el territorio de Memel. Regiones adquiridas después del estallido de la Segunda Guerra Mundial incluyen Eupen-et-Malmédy (arrebatada a Bélgica), Alsacia-Lorena (arrebatada a Francia), Danzig y diversos territorios del centro y norte de Polonia. Además, de 1939 a 1945, el Tercer Reich se anexó el territorio checo de la República de Checoslovaquia dándole el nombre de Protectorado de Bohemia y Moravia como un territorio subyugado. Aunque este protectorado se consideraba una parte de la «Gran Alemania», mantuvo su propia moneda y una «frontera interna» comercial con Alemania.

La Silesia Checa se incorporó en la provincia de Silesia en el mismo período. En 1942, el Luxemburgo ocupado se anexa directamente como provincia de Alemania. Las regiones sur y central de Polonia estaban a cargo de un gobierno de ocupación llamado el Gobierno General, aunque en posición mucho menos autónoma que el Protectorado de Bohemia y Moravia, y con la amenaza persistente de «germanizar» totalmente el territorio y expulsar de las ciudades a la población polaca, con miras a una anexión total en el futuro. A finales de 1943, tras la rendición de Italia, Alemania ocupa militarmente Istria y el sur del Tirol, que había sido territorio de Austria antes de 1918; si bien en este caso no hubo anexión directa, el Tercer Reich no permitió control alguno de este territorio a la República Social Italiana, y de hecho estas regiones quedaron bajo administración civil alemana.

Los Estados federados que integraban Alemania según la Constitución de Weimar vieron muy reducida su autonomía por el régimen nazi y sustituidos en sus derechos políticos por los Gaue (distritos) dirigidos por representantes llamados Gauleiter, que fueron completamente leales al gobierno central. En la mayoría de los casos de antiguos territorios extranjeros, el Gauleiter era también responsable de la unión del territorio a un Reichsgau. Estos cambios administrativos habían desmantelado la hegemonía política regional heredada del Imperio Alemán desde 1871. Sin embargo, el título del Primer Ministro de Prusia fue utilizado por Hermann Göring de 1933 a 1945, sin que tales Estados fueran disueltos oficialmente.

Los territorios regionales creados en los territorios ocupados también se los anexionó directamente Alemania. En muchas zonas, se crearon territorios ocupados llamados Reichskommissariat, como por ejemplo el Reichskommissariat Ostland en la Unión Soviética y Ucrania. En el norte de Europa, estaban el Reichskommissariat Niederlande (Holanda) y el Reichskommissariat Norwegen (Noruega), que estaban destinados a fomentar la colonización alemana. En 1944, se fundó un Reichskommissariat en el norte de Francia y Bélgica, anteriormente conocido como la Administración Militar de Bélgica y el norte de Francia, por la que se habían forzado restricciones a los viajes con el fin de fomentar la colonización alemana.[cita requerida]

Las fronteras de facto del Reich cambiaron mucho antes de su derrota militar en mayo de 1945, debido a que la población alemana huyó hacia el oeste ante el avance del Ejército Rojo y la presión de los Aliados occidentales en el este de Francia. A finales de la guerra, tan sólo quedó una pequeña franja de tierra que iba desde Austria a Bohemia y Moravia —así como algunas otras regiones aisladas— que no estuviera bajo el control de los Aliados. Tras su derrota, el Reich fue sustituido por zonas de ocupación administradas por Francia, la Unión Soviética, el Reino Unido y los Estados Unidos, tanto en Alemania como en Austria. La zona alemana previa a la guerra al este de la línea Oder-Neisse y Stettin y sus alrededores se establecieron bajo administración polaca y soviética, respectivamente. Estos cambios territoriales conllevaron la completa disolución de Prusia como un componente territorial alemán. Prusia por tanto se dividió, quedando su territorio repartido entre Polonia y la Unión Soviética (región de Kaliningrado). Mediante la firma del Tratado de Varsovia (1970) y el Tratado sobre la Solución Final con respecto a Alemania (1990), Alemania confirmó finalmente que aceptaba renunciar a cualquier reclamación de los territorios perdidos durante la Segunda Guerra Mundial.

Ideología del régimen

Desde una perspectiva internacional, el nazismo había tomado una gran parte de la base ideológica del fascismo que se desarrolló originalmente en Italia con Benito Mussolini. Ambas ideologías participan del uso político del militarismo, el nacionalismo, el anticomunismo, la aprobación de la violencia como método político y el empleo de fuerzas paramilitares como apoyo del régimen, y ambas estaban destinadas a la creación de una dictadura dirigida por el Estado. Los nazis, sin embargo, estaban mucho más centrados en el tema de la «pureza racial» que los fascistas en Italia. Los nazis tenían también la intención de crear un Estado totalitario por completo, a diferencia de los fascistas italianos, que permitieron un mayor grado de libertades privadas para sus ciudadanos, aunque sin tolerar disidencia alguna. Estas diferencias posibilitaron, por ejemplo, a la monarquía italiana seguir existiendo bajo el régimen fascista, así como conservar algunas competencias oficiales.

La naturaleza totalitaria del partido nazi fue uno de sus principales postulados. Los nazis sostenían que absolutamente todos los grandes logros en el pasado de la nación alemana se asociaban con los ideales del nacional-socialismo, incluso antes de que la ideología oficial existiera, mientras que todas las creaciones culturales como la literatura, la música, la pintura, la historia y las ciencias exactas debían quedar sujetas a la censura del Partido Nazi, quien dictaba lo que todo alemán debía aceptar y creer, controlando cada aspecto de la vida de la población alemana, incluyendo jóvenes y niños. A la vez, la propaganda nazi buscaba la consolidación de los ideales nazis y los éxitos del régimen del «líder» o Führer, Adolf Hitler, quien fue retratado como el presunto genio detrás del éxito del partido nazi de Alemania y salvador de la nación, así como líder supremo a quien no debía cuestionarse. Hitler tuvo la capacidad de captar la atención del público a través de sus poderosos discursos y esto le ayudó a ganar un culto a la personalidad por parte de sus seguidores.

La guerra mundial

A partir de 1941, el Estado Mayor de las Schutzstaffel (SS) puso en marcha el programa de explotación de la mano de obra forzada de prisioneros de guerra, en su mayoría ciudadanos polacos, soviéticos y sobre todo judíos, debido al antisemitismo alemán, aunque también se incluyó a gran número de prisioneros franceses y holandeses. El uso masivo de prisioneros de guerra como obreros forzados se debió al fuerte déficit de trabajadores en la industria alemana por la movilización de los varones alemanes al ejército y el creciente esfuerzo bélico que llevaba a crecimientos de la producción industrial de varios dígitos anualmente en todas las potencias bélicas.

Conforme se extendía la duración de la guerra, y ante todo después de la Operación Barbarroja en 1941, la Wehrmacht empezó a requerir un cada vez mayor enrolamiento de varones alemanes en sus filas, y la resultante escasez de trabajadores alemanes fue paliada con mayores cantidades de obreros extranjeros, que ya no solamente eran prisioneros de guerra, sino individuos de los países ocupados (por ejemplo, checos e italianos) que eran forzosamente enrolados por las tropas alemanas para trabajar en el Reich.

Debido a que millones de ucranianos y rusos murieron en la guerra, se originó un superávit en la producción de alimentos de esos países, que sirvió para alimentar a los ciudadanos del Reich, lo cual palió parcialmente la carestía y el racionamiento, aunque la escasez de alimentos empezó a tornarse en un serio problema desde el año 1943 cuando la Wehrmacht era expulsada de grandes zonas agrícolas de Europa Oriental. Conglomerados industriales alemanes, como Krupp, BMW, Mercedes-Benz, Volkswagen o IG Farben - Henkel, participaron en dicho sistema empleando obreros forzados extranjeros en régimen de real esclavitud. También las sucursales alemanas de empresas de origen estadounidense, como Fordwerke, filial de Ford, Dehomag, filial de IBM, y Opel, entonces filial de General Motors, usaron dicha mano de obra esclava.

La economía alemana dependía de materias primas pero Alemania no tenía territorios fuera de Europa que pudieran proporcionarlas (a diferencia de la URSS, EE. UU. o incluso Gran Bretaña). Ello causó que Alemania debiese aprovechar al máximo las materias primas existentes en sus territorios ocupados, así como la capacidad industrial de éstos. No obstante, desde 1943 las tropas alemanas empezaron a perder grandes áreas agrícolas e industriales en Europa Oriental que dañaron su suministro de materias primas, algunas indispensables para la guerra (por ejemplo, petróleo de Rumania), situación que perjudicó no sólo la industria bélica, sino los niveles de vida de los civiles alemanes, quienes no habían sufrido racionamientos hasta fines de 1942. Los bombardeos aéreos masivos de británicos y estadounidenses desde 1944 destruyeron ciudades, industrias y vías de comunicación, lo cual agravó más la situación económica alemana al dificultar la obtención rápida de material de guerra y prácticamente eliminar la fabricación de bienes de consumo, así como aumentar las privaciones de la población civil germana (por la destrucción de bienes particulares y dañar la distribución de alimentos) al mismo ritmo que la Wehrmacht no podía contener el avance de sus enemigos. En marzo de 1945, el propio ministro Albert Speer reconoció ante Hitler el colapso de la economía germana seis semanas antes de la rendición incondicional.

Arte, cultura y formación

En su juventud, Hitler tuvo la aspiración de hacer carrera como pintor, pero fue rechazado en dos oportunidades en Viena. Cuando se convirtió en la cabeza del Estado alemán, apoyó el desarrollo de las artes, exceptuando aquellas que la ideología nazi consideraba como decadentes, y tomó bajo su alero al arquitecto Albert Speer, quien transformó las ideas de magnificencia de Hitler en hormigón.

Buena parte de la producción artística alemana en este periodo se consagró al ensalzamiento de los valores de la familia, la nación y en especial la raza aria, educando a las nuevas generaciones con contenidos antisemitas e intolerantes. En este tema, el ministro de propaganda Joseph Goebbels tuvo un importante papel doctrinario.

La arquitectura también recibió un impulso considerable durante el régimen. Un ambicioso plan, que buscaba convertir Berlín en la capital más imponente del mundo, nunca llegó a concretarse a causa del estallido de la guerra. Durante años Hitler y su arquitecto en jefe Albert Speer proyectaron edificios y planearon un radical cambio urbanístico que actualmente suele considerarse como megalomaníaco.

El primer paso de estos planes fue el estadio para los Juegos Olímpicos de Berlín 1936, diseñado por Werner March, la única gran obra arquitectónica de este periodo que ha sobrevivido. El edificio albergó el partido final de la Copa Mundial de Fútbol de 2006.

Speer proyectó asimismo la nueva Cancillería del Reich, que incluía un enorme salón dos veces mayor que el Salón de los Espejos del Palacio de Versalles. Hitler quería construir una tercera Cancillería, aún mayor, aunque nunca se comenzó. La segunda cancillería fue dañada seriamente por el ejército soviético en la batalla de Berlín en 1945. Ese mismo año fue demolida en presencia del Primer ministro del Reino Unido, Winston Churchill.

En 1937, Speer proyectó el pabellón alemán de la Exposición Internacional de 1937 en París, que estaba situado justo en frente del pabellón soviético. Su diseño magnificente opacó al pabellón soviético. Speer pretendía representar una defensa sólida contra los embates del comunismo. No obstante, ambos pabellones fueron galardonados con medallas de oro por sus diseños.

Otras obras destacadas que han sobrevivido son el Aeropuerto de Berlín-Tempelhof y Prora, una estación vacacional construida en la isla de Rügen.

Entre los proyectos de Speer y Hitler se encuentra la Volkshalle, o Salón del Pueblo, un domo de 200 m de altura y 250 m de diámetro, 16 veces más grande que la Basílica de San Pedro. Hitler también planeaba construir un arco, similar al Arco de Triunfo de París, pero de 100 m de altura, en cuyo interior estarían grabados los nombres de todos los muertos alemanes de la Primera Guerra Mundial. El prematuro comienzo de la guerra evitó que se construyeran estas gigantescas obras debido al racionamiento de materiales de construcción, por un lado, y por otro, a que el peso del monumento excedía las condiciones del terreno. Una probeta de cemento llegó a ser instalada en el lugar, y con el tiempo cedió el terreno.

El cine tuvo en Leni Riefenstahl su representante más destacada, gracias a dos obras: El triunfo de la voluntad y Olympia. Esta última película es admirada por el uso de técnicas innovadoras para la época, si bien ella misma ha sido criticada por hacer propaganda para la ideología nazi.

Por su parte, la formación de las nuevas generaciones estaba tempranamente enmarcada dentro de proyectos nacionalistas, como las Juventudes Hitlerianas. En centros construidos especialmente, como el castillo Vogelsang en la actual Renania del Norte-Westfalia (RNW), se formaba a la élite nacionalsocialista. Tras la caída del régimen, el castillo con sus 330 ha circundantes fueron ocupadas, primero por el ejército británico y a partir de 1950, por el de Bélgica. Desde comienzos de 2006, el complejo forma parte del Parque nacional del Eifel.

Segunda Guerra Mundial

La «Crisis de Dánzig» alcanzó su punto máximo meses después de que Polonia rechazara la oferta inicial de la Alemania nazi en relación con la Ciudad libre de Dánzig y el Corredor Polaco. Después de una serie de ultimátum, los alemanes rompieron las relaciones diplomáticas y poco después Alemania invadió Polonia el 1 de septiembre de 1939.

Esto dio lugar al inicio de la Segunda Guerra Mundial en Europa, cuando el 3 de septiembre de 1939, el Reino Unido y Francia declararon la guerra a Alemania. La Drôle de guerre (guerra de broma) continuaría. El 9 de abril de 1940, los alemanes azotaron por el norte contra Dinamarca y Noruega, en parte para garantizar la seguridad de la continuación de suministros de mineral de hierro desde Suecia a través de las aguas costeras noruegas. Las fuerzas británicas y francesas desembarcaron en el Midt-Norge (Centro) y el Nord-Norge (Norte de Noruega), para finalmente ser derrotadas en la Campaña de Noruega. En mayo la Drôle de guerre terminó a pesar de las protestas de muchos de sus consejeros, cuando Hitler dirigió las fuerzas alemanas embistiendo contra Francia y los Países Bajos.

La Batalla de Francia fue una abrumadora victoria alemana. Más tarde, ese mismo año, Alemania sometió al Reino Unido a intensos bombardeos durante la Batalla de Inglaterra, y deliberadamente bombardeó zonas civiles de Londres en respuesta a un bombardeo británico a Berlín. Esto pudo haber cumplido dos propósitos, ya sea como un precursor de la Operación León Marino o pudo haber sido un intento de disuadir a la población británica por el apoyo de la continuación de la guerra. A pesar de todo, el Reino Unido se negó a capitular y, finalmente, Alemania aplazó la Operación León Marino indefinidamente para realizar la Operación Barbarroja comenzando la invasión a la Unión Soviética.

Barbarroja también fue brevemente aplazado mientras Hitler desvió la atención para salvar a su aliado italiano en el Norte de África y los Balcanes. El Afrika Korps llegó a Libia en febrero de 1941. En lo que fue uno de los muchos avances en la Campaña en África del Norte, los alemanes tomaron nuevamente gran parte de lo que los italianos recientemente habían renunciado. En abril, los alemanes lanzaron entonces la Invasión de Yugoslavia. Esto fue seguido de la Batalla de Grecia y de la Batalla de Creta. Debido al desvío en el Norte de África y en los Balcanes, los alemanes no pudieron lanzar Barbarroja hasta finales de junio.

Antes y después del intento alemán de tomar Gran Bretaña, la armada alemana realizó ataques a los convoyes aliados en el Océano Atlántico, necesarios para los británicos, ya que ellos proveían suministros desde Estados Unidos, Canadá y las colonias británicas. Las fuerzas británicas fueron forzadas a extender el área para proteger sus convoyes de los ataques submarinos alemanes (U-Boot), así como poner fin a los ataques en la superficie. Los británicos repelieron con éxito varios intentos de ataques alemanes en la superficie durante la guerra. Entre las dos más famosas batallas con los invasores figura un combate en superficie entre el acorazado de bolsillo Admiral Graf Spee y un escuadrón de cruceros británicos en 1939, que desató una controversia política cuando el buque alemán trató de refugiarse en el puerto neutral de Montevideo, donde posteriormente se vio obligado a abandonarlo y destruirlo por su tripulación para evitar así su captura. El otro fue en 1941 con el Acorazado Bismarck, el más grande y poderoso buque de guerra que hundió las mayores naves de guerra de Gran Bretaña, como el crucero de guerra Hood. El Bismarck fue perseguido y hundido por las fuerzas navales británicas poco después.

Los ataques con submarinos resultaron tener éxito, ocasionando serios daños a la línea de suministros para Gran Bretaña. Con el tiempo, los aliados mejoraron las tácticas de defensa y las nuevas escoltas lograron reducir el número de buques mercantes hundidos. La maquinaria de guerra alemana consiguió mantener el ritmo ante las constantes bajas de U-Boots, debido a sus diseños simples, lo que permitió producir esos submarinos en gran escala y seguir siendo una amenaza para los Aliados durante la guerra.

Alemania invadió la Unión Soviética el 22 de junio de 1941 y, en vísperas de la invasión, el ex diputado de Hitler, Rudolf Hess, trató de negociar las condiciones de paz con el Reino Unido en una reunión privada oficiosa después de un aterrizaje accidentado en Escocia. Esos intentos fracasaron y fue detenido.

A finales de 1941, Alemania y sus aliados controlaban casi todos los países de Europa continental y del Báltico, con excepción de los países neutrales Suiza, Suecia, España (debatido si se trata de un aliado del Eje), Portugal (debatido), Liechtenstein, Andorra, Ciudad del Vaticano (posiblemente dependiente del Estado italiano) y Mónaco. En el frente oriental, el ejército alemán estaba a las puertas de Moscú, sufriendo las inclemencias de un duro invierno ruso. Con el tiempo, el ejército alemán se vio obligado a retroceder al no poder tomar Moscú, pero poseían gran parte de los territorios que abarca el Báltico hasta el Mar Negro.

La Alemania nazi declaró la guerra a los Estados Unidos el 11 de diciembre de 1941. Esto permitió a los submarinos alemanes luchar en el Atlántico contra los convoyes estadounidenses que habían venido apoyando el Reino Unido. Antes de eso, Alemania había practicado su propia política de apaciguamiento, tomando drásticas precauciones a fin de evitar la entrada de Estados Unidos en la guerra.

La persecución de las minorías y de los «indeseables» continuó en Alemania y los países ocupados. Desde 1941 en adelante, los judíos estaban obligados a llevar un distintivo amarillo en público y la mayoría fueron trasladados a guetos, donde permanecieron aislados del resto de la población. En enero de 1942, en la Conferencia de Wannsee y bajo la supervisión de Reinhard Heydrich, que estaba presidida por el propio Heinrich Himmler, fue diseñado para Europa un plan para la «solución final de la cuestión judía» (Endlösung der Judenfrage). Desde entonces y hasta el final de la guerra, unos seis millones de judíos y muchos otros, incluyendo a los homosexuales, eslavos y presos políticos, fueron sistemáticamente asesinados por órdenes de Himmler. Además, más de diez millones de personas se convirtieron en mano de obra forzada. Este genocidio es llamado internacionalmente «el Holocausto» y la Shoah en hebreo. Miles de personas fueron enviadas a campos de exterminio a diario (Vernichtungslager, a veces llamadas «fábricas de muerte») y los campos de concentración (Konzentrationslager, KZ), algunos de los cuales fueron centros de detención, pero más tarde convertidos en campos de la muerte con el fin de eliminar a sus reclusos.

Paralelamente al Holocausto, el nazismo llevó a cabo un implacable programa de conquista y explotación en los territorios soviético y polaco capturados, y sus poblaciones fueron reprimidas, como parte de su Generalplan Ost. Según las estimaciones, 20 millones de civiles soviéticos, tres millones de polacos no judíos y casi once millones de soldados del Ejército Rojo murieron durante la llamada Gran Guerra Patria. El plan nazi era adquirir su Lebensraum ('espacio vital') del este practicando una guerra de exterminio en Europa oriental y la Unión Soviética. Además, los nazis aseguraban que un objetivo de esta guerra era «defender la civilización occidental contra el bolchevismo de subhumanos». Debido a las atrocidades del estalinismo, los mensajes nazis tuvieron efecto en partes de la Unión Soviética. Muchos ucranianos, bálticos y soviéticos desilusionados combatieron, o por lo menos se ofrecieron a luchar, junto con los alemanes, y europeos de otras nacionalidades se alistaron en las divisiones de las Waffen-SS.

A medida que la economía se recuperaba de la guerra soviética, a pesar de la pérdida de territorio industrial por los ocupantes alemanes, el Ejército Rojo hizo un gran frente contra el ejército alemán. En 1943 los soviéticos habían derrotado a los alemanes en Stalingrado y comenzaron a empujar hacia el oeste y ganar la batalla de tanques en Orel-Kursk en julio.

Desde 1942, los Aliados occidentales habían intensificado los bombardeos sobre el territorio ocupado por los alemanes. Entre las tácticas aliadas que han sido muy controvertidas se encuentran los bombardeos a ciudades alemanas, que dieron como resultado la completa destrucción de las ciudades de Colonia y Dresde y muchas más. Estos bombardeos fueron la causa de numerosas víctimas entre la población civil, así como de graves dificultades para los supervivientes debido a la destrucción de la infraestructura. La invasión de Italia y el consiguiente colapso del régimen fascista causaron el debilitamiento de las fuerzas alemanas, que se vieron obligadas a dividirse para combatir en dos frentes.

El ejército alemán tuvo que replegarse de nuevo hacia las fronteras de Polonia en febrero de 1944, tras el gran éxito de la Operación Bagratión. Los Aliados abrieron un frente en junio de 1944 en Normandía, al tiempo que los soviéticos se convertían en una auténtica marea en el Frente Oriental. Con una media de tres campañas por frente, el constante bombardeo aliado y el agotamiento del petróleo y de las líneas de suministro permitieron que el territorio alemán fuese poco a poco ocupado.

A medida que se acercaba el Ejército Rojo, los civiles alemanes comenzaron a huir en masa de Silesia y Prusia Oriental y Occidental hacia el oeste por temor a la persecución. Aunque se cometieron crímenes por los Aliados occidentales, muchos alemanes creían que iban a estar más seguros bajo la ocupación de éstos que bajo la soviética. Los testimonios reales y la propaganda sobre las atrocidades soviéticas contra la población civil habían aterrorizado a los alemanes.

Millones de soldados alemanes murieron en el transcurso de la Segunda Guerra Mundial; las estimaciones más altas hablan de 5,5 millones. Los cadáveres de los soldados alemanes se hicieron tan comunes que dejaron de generar emoción alguna y se convirtieron en una parte habitual y macabra del paisaje europeo de aquella época, y a menudo se les dio un entierro inadecuado o directamente no se hizo entierro alguno. Era posible ver cerdos hambrientos devorando los restos de los soldados alemanes, como por ejemplo cerca del Mosa en 1944, donde los hombres de la 82ª División Aerotransportada fueron impotentes para detener el festín de una manada de cerdos con los soldados alemanes caídos.

A principios de 1945, las fuerzas soviéticas rodeaban Berlín y los estadounidenses y británicos habían tomado la mayor parte de la Alemania occidental. Las tropas soviéticas en movimiento hacia el oeste se reunieron con las tropas aliadas que se desplazaban hacia el este en Torgau, a orillas del río Elba, el 26 de abril de 1945 (Cohen). Con Berlín sitiado, Hitler y los otros miembros clave del régimen nazi se vieron obligados a vivir en la clandestinidad, refugiados en el Führerbunker, mientras que la superficie de Berlín fue constantemente bombardeada por el Ejército Rojo. Encerrado en su búnker subterráneo, Hitler se encontró cada vez más aislado y separado de la realidad, mostrando signos de trastorno mental cada vez más frecuentes, como accesos de ira e infantiles rabietas cuando se le informaba de la difícil situación que afrontaba el resto del Berlín alemán y las fuerzas armadas que allí se encontraban. En un ataque de irá durante una reunión con los comandantes militares se dice que Hitler comenzó a considerar la posibilidad de suicidarse, pues tuvo que reconocer que Alemania ya no podía ganar la guerra.

Berlín fue finalmente rodeado y cortadas las comunicaciones entre la capital y el resto de Alemania. A pesar de la evidente derrota total, Hitler se negó a renunciar a su poder o a entregarse. Sin comunicaciones procedentes de Berlín, Hermann Göring envió un ultimátum a la capital pidiendo asumir el régimen nazi en abril, pues consideraba que Hitler había quedado incapacitad como líder. Al recibir el mensaje, Hitler ordenó airadamente la detención inmediata de Göring e hizo que un avión entregase el mensaje a Göring en Baviera. Más tarde, el Reichsführer-SS Heinrich Himmler, comenzó en el norte de Alemania a comunicarse con los Aliados occidentales en busca de una paz negociada. Hitler, una vez más, reaccionó violentamente a estos intentos y ordenó la detención y ejecución de Himmler. Dada la nula intención de rendirse por parte de Hitler, los intensos combates callejeros continuaron en las desgarradas ruinas de Berlín; los restos del ejército alemán, las juventudes hitlerianas y las Waffen-SS se batían con el Ejército Rojo. Esta batalla se conoce como la Batalla de Berlín. Las fuerzas alemanas sufrieron graves pérdidas, llegándose a reclutar a un gran número de niños y ancianos para defender las bolsas de territorio berlinés todavía no controladas por el Ejército Rojo. El 30 de abril de 1945, asolada la ciudad por la cruel batalla, Hitler se suicidó en su búnker subterráneo. Dos días después, el 2 de mayo, el general alemán Helmuth Weidling se rindió incondicionalmente al general soviético Vasili Chuikov.

Hitler fue sucedido por el Gran Almirante Karl Dönitz como Presidente del Reich, mientras que Joseph Goebbels fue nombrado Canciller del Reich, suicidándose tan sólo un día más tarde. Sin embargo, nadie asumió el cargo de Führer. El gobierno de Dönitz, establecido cerca de la frontera danesa, solicitó sin éxito una paz con los Aliados occidentales. Entre el 4 y el 8 de mayo de 1945, el resto de las fuerzas armadas alemanas se rindieron incondicionalmente en toda Europa (Alemania Instrumento de Entrega, 1945). Finalmente el Mariscal Wilhelm Keitel capituló oficialmente ante el Mariscal ruso Georgi Zhúkov el 9 de mayo de 1945. Era el fin de la Alemania Nazi.

Las Relaciones Internacionales: Organismos e Intituciones

Las Relaciones Internacionales (con mayúscula porque se refiere al aspecto académico) son también llamado Estudios Internacionales (en inglés "International Studies"). Estos términos designan en general el estudio de los asuntos extranjeros y de las grandes cuestiones del sistema internacional: papel de los Estados, de las organizaciones internacionales, de las organizaciones no gubernamentales (ONG) así como de las empresas multinacionales. Las relaciones internacionales pertenecen a la vez al dominio académico y al dominio político. Ellas pueden ser estudiadas bien desde una óptica positivista, bien desde una óptica normativa, buscando ambas analizar y formular las políticas internacionales de los países. Si las Relaciones Internaciones pertenecen históricamente al dominio de la Ciencia Política, el acento se está cada vez más en el dominio económico a través de la Economía Política Internacional desarrollada desde los años setenta. Sin embargo, otros campos académicos son igualmente concernientes: el Derecho Internacional, la Filosofía, la Geografía (a través de la Geopolítica), la Sociología, la Antropología… Con respecto a los sujetos más estudiados, es posible mencionar algunos de ellos como: la mundialización, el Estado, la ecología y el desarrollo sostenible, el terrorismo y el crimen organizado, la proliferación nuclear, el nacionalismo, el desarrollo económico, las finanzas internacionales, los derechos del Hombre…

Estudio de las Relaciones Internacionales

Inicialmente, las Relaciones Internacionales vistas como un campo de estudios distintos ha sido una especificad británica. La primera cátedra de Relaciones Internacionales fue creada en 1919 en la universidad de Aberystwyth, y confiada a Alfred Zimmern, gracias a un donativo de David Davies. A comienzos de los años veinte otra cátedra fue igualmente creada en la London School of Economics a petición del premio Nobel Noël-Baker. La primera universidad consagrada plenamente a las Relaciones Internacionales fue el Institut de hautes études internationales, fundado en 1927 en Ginebra por William Rappard. Tenía por objetivo formar los diplomáticos asociados a la Sociedad de Naciones y fue uno de los primeros en expedir doctorados en relaciones internacionales.

La Edmund A. Walsh School of Foreign Service de la Universidad de Georgetown es la facultad más antigua dedicada a las Relaciones Internacionales de los Estados Unidos. El Committee on International Relations de la Universidad de Chicago fue en 1928 la primera en expedir diplomas universitarios en estos campos. Entre las otras escuelas podemos citar: la School of International Service de la Universidad Americana, la School of International and Public Affairs de Columbia University, la School of International Relations de la Universidad de St Andrews, l’Elliot School of International Affairs de George Washington University, la Fletcher School de Tufts University y la Woodrow Wilson School of Public and International Affairs de Princeton University.

El estudio de las Relaciones Internacionales desde el ángulo de la política:

Liberalismo

Para los liberales, las relaciones internacionales son percibidas como un factor de progreso y de cambio. Tanto en el nivel internacional como en el nivel nacional, los liberales ponen el acento en la nación de poder contra poder. Ellos insisten en el rol de la opinión pública, del derecho y de las instituciones internacionales que vienen a limitar el poder de los Estados. En nuestros días, él debe hacer frente a las fuerzas del capitalismo mundial que socavan la aparente « victoria » de la democracia liberal tras el fin de la Guerra Fría. Entre los grandes autores liberales actuales, Joseph Nye insiste en la noción de Poder Blando y la misma desarrollada con Robert Keohane la noción de interdependencia compleja.

Tres puntos importantes caracterizan la interdependencia compleja:

• El uso de numerosos canales de acción entre sociedades en los intercambios transnacionales y trans-gubernamentales.

• La ausencia de jerarquía clara en el tratamiento de los asuntos internacionales.

• Una disminución del uso de la fuerza y del poder coercitivo en las relaciones internacionales.

Idealismo político

El final de la Primera Guerra Mundial implicó una revolución paradigmática en el estudio de la política mundial. Varias perspectivas sobre las relaciones internacionales competían por atención, tales como el marxismo y el nacional-socialismo (fascismo). Pero, la perspectiva conocida como idealismo político, liderada por Woodrow Wilson, comenzó a dominar los estudios sobre las relaciones internacionales.

Los idealistas compartían una perspectiva sobre el mundo basada en ciertas creencias:

• (1) la naturaleza humana es esencialmente altruista y, por lo tanto, las personas son capaces de ayudarse y colaborar mutuamente;

• (2) el mal comportamiento humano es resultado de instituciones y arreglos estructurales, no proviene de la naturaleza misma de los humanos;

• (3) por consecuencia, la guerra es evitable, ya que es producto de ciertas instituciones que la promueven, que podrían ser neutralizadas;

• (4) la sociedad internacional debería reorganizarse para reconocer a la guerra como un problema internacional y eliminar aquellas instituciones que la promuevan, en favor de aquellas que adelanten la paz.

Los programas principales de reformas idealistas consistían principalmente en tres grupos. Un grupo abogaba por la creación de instituciones internacionales para reemplazar el sistema anárquico de equilibrio de poder, que predominaba la época anterior a la Primera Guerra Mundial. Este nuevo sistema estaría basado en el principio de la seguridad colectiva, el cual pretende que un acto de agresión por cualquier Estado sería percibido como agresión hacia todos los Estados. La Sociedad de Naciones encarnó este principio, al reflejar el énfasis idealista en la posibilidad de la cooperación internacional como mecanismo principal para resolver problemas globales. Un segundo grupo de programas idealistas subrayaba el control legal de la guerra. Se buscaba resolver disputas a través de mecanismos legales, tales como la mediación y el arbitraje. Ejemplos de estos programas fueron la Corte Permanente de Justicia Internacional y la ratificación del Pacto Kellog-Briand de 1928, el cual prohibía la guerra como instrumento de política nacional. Un tercer grupo de programas idealistas se concentraba en reducir la inversión armamentista de los Estados a través de acuerdos de control de armas y otros medios.

Suele considerarse que la primera obra representativa del idealismo es La paz perpetua, de Immanuel Kant.

Realismo político

El realismo como teoría política se construyó a base de entender la historia como el resultado de la tendencia natural del ser humano a codiciar el poder y desear la dominación de otros. Siguiendo este supuesto, se determinó que la posibilidad de erradicar el instinto por el poder es una aspiración utópica. Esto lleva a percibir la política internacional como una lucha interminable entre los actores que intentan dominar a otros y aquellos que intentan resistir este dominio externo.

El realismo político asume que el sistema internacional es anárquico, en el sentido de que no existe una autoridad superior a los Estados capaz de regular efectivamente las relaciones entre ellos. Además, supone que los Estados soberanos son los actores principales que componen el sistema internacional, en vez de serlo las instituciones internacionales, organizaciones no gubernamentales o corporaciones multinacionales. Según el realismo, cada Estado es un actor racional que busca maximizar su posición política dentro del sistema mediante la acumulación de recursos de poder militares. Estos intentos de maximizar el poder llevan últimamente a un equilibrio de poder entre los actores y a la estabilidad en el sistema internacional.

Esta perspectiva realista, también conocida como realismo clásico, comenzó a formularse en las décadas de 1940 y 1950 bajo las tensiones crecientes de la Guerra Fría entre los Estados Unidos y la Unión Soviética. Las creencias del realismo clásico de que la estructura del sistema internacional y el deseo de acumular poder determinan el comportamiento de todos los Estados parecían muy persuasivas, considerando el ambiente de la época.

En los años siguientes, el realismo clásico comenzó a ser atacado por críticos que apuntaban hacia comportamientos en el Sistema Internacional que no podían explicarse adecuadamente por los argumentos realistas. Por ejemplo, las nuevas instituciones que cogían vigor en Europa occidental, en donde predominaba la búsqueda cooperativa de lograr ventajas mutuas en vez de intentos individuales de maximizar poder, resultaban contrarias a los supuestos del realismo clásico.

A pesar de estas críticas, el realismo continúa teniendo relevancia a través de nuevas teorías realistas ajustadas a la actualidad contemporánea. Por ejemplo, el neorrealismo o realismo estructural propone que la estructura del Sistema Internacional, en vez del deseo de acumular poder, dicta exclusivamente las decisiones de política exterior de los líderes políticos.

La obra de Hans Morgenthau, especialmente Política entre las naciones, se considera una síntesis representativa del realismo político.

Escuela Inglesa

La escuela inglesa toma sus fuentes a comienzos del siglo XIX con autores como Graham Wallas, Alfred Zimmern. Su enfoque no es positivista más bien racional y normativo. Ella analiza las relaciones internacionales bajo el ángulo de la Gran Sociedad o de una sociedad internacional. Sobre estos puntos, se trata de una variante idealista de la escuela liberal que a diferencia de los realistas, no se focaliza exclusivamente sobre las relaciones interestátitas. Dos grandes variantes son perceptibles:

• Una corriente solidaria preeminente que pone el acento sobre el derecho internacional y sobre la seguridad colectiva.

• Una corriente particularista que pone más el acento en la cooperación interestática.

Algunos autores importantes de este movimiento: Hedley Bull, Barry Buzan, Thimothy Dunne, Martin Wight.

Neorrealismo estructural

El Estado continúa siendo un actor importante, mas no es el único determinante ya que adquiere relevancia el sistema internacional, pues se considera que es posible utilizar la guerra para lograr la paz, pero con límites. En este periodo surge la teoría de la sospecha y, por consiguiente, la guerra preventiva. Por tanto, se hace necesario realizar acuerdos regionales y supranacionales. Además surgen nuevos actores en el contexto internacional, como las organizaciones internacionales, las empresas transnacionales y actores atípicos como el terrorismo.

Neoliberalismo

A diferencia del liberalismo, que concibe a los Estados como los actores principales de las relaciones internacionales, el neoliberalismo afirma que hay una comunidad global gobernada por otros actores que gozan de mayor importancia, como las organizaciones no gubernamentales (ONG), las organizaciones internacionales y las organizaciones intergubernamentales (OIG), entre otros.

Interdependencia compleja

A partir de los postulados, se elabora un modelo ideal de la política mundial opuesto al modelo característico del realismo político. Se trata del modelo de interdependencia compleja. En la mayor parte de los casos, la realidad internacional responderá, según estos autores, a una situación intermedia entre ambos modelos, lo que no impide la necesidad del modelo de interdependencia compleja para analizar adecuadamente esa realidad.

Este modelo tiene tres características principales:

a. La existencia de múltiples canales que conectan a las sociedades: se trata de las relaciones interestatales, las relaciones transgubernamentales y las relaciones transnacionales.

b. La agenda de las relaciones interestatales consiste en múltiples problemas que no están ordenados en una jerarquía clara y consistente. Esta ausencia de jerarquía entre los problemas significa, entre otras cosas, que la seguridad militar no domina consistentemente la agenda. Muchos problemas surgen de lo que normalmente se considera política interior, y la distinción entre problemas internos y externos se diluye.

c. La fuerza militar no es utilizada por los gobiernos, respecto de otros gobiernos dentro de la región o respecto de los problemas, cuando prevalece la interdependencia compleja. Sin embargo, puede ser importante en las relaciones de estos gobiernos con gobiernos de fuera de la región o respecto de otros problemas.

Estas tres características de la interdependencia compleja originan procesos políticos distintos, que traducen los recursos de poder en poder como control de resultados. Los objetivos variarían también en función de las áreas de problemas, al igual que la distribución de poder.

Regímenes internacionales

La palabra régimen se refiere al modo de gobernarse en una cosa. Incluye a instituciones, reglamentos o prácticas de un gobierno en general. Se trata del conjunto de condiciones regulares o estables que acompañan o causan una sucesión de los fenómenos.

Las relaciones de interdependencia tienen lugar con frecuencia, y se ven afectadas en el marco de un conjunto de normas y procedimientos que regularizan el comportamiento y controlan sus efectos. Estas series de acuerdos de gobiernos que afectan las relaciones de interdependencia constituyen lo que los expertos denominan regímenes internacionales.

En cuanto a la expresión de la interdependencia compleja que caracteriza hoy a las relaciones internacionales, marcadas por el juego conjunto de las relaciones diplomático–estratégicas y de las relaciones económico-internacionales, la teoría de los regímenes internacionales constituye uno de los desarrollos teóricos más interesantes de la década de los años ochenta del siglo XX.

La teoría de los regímenes internacionales pretende explicar, en un contexto complejo en el que el conflicto continúa siendo una realidad, las situaciones de orden existentes en un campo concreto de actividad internacional. Keohane y Nye definen los regímenes internacionales, en este sentido como redes de reglas, normas y procedimientos que regulan el comportamiento y controlan sus efectos.

La teoría de los regímenes internacionales viene a representar, de alguna forma, una aproximación o reconciliación entre las interpretaciones realista e idealista, mejor, neorrealista y globalista de las relaciones internacionales, entrando de lleno en la corriente actualmente dominante en este campo que afirma el pluralismo paradigmático.